Por Agroempresario.com

En un artículo publicado por La Nación, se destaca la historia de innovación y perseverancia detrás de la transformación del calzado deportivo, que comenzó con el visionario japonés Ihachiro Onitsuka. Tras la Segunda Guerra Mundial, Onitsuka fundó su empresa en Kobe, Japón, con el sueño de reconstruir el país a través del deporte. Sin embargo, la verdadera revolución comenzó con una simple observación durante una cena familiar. Mientras degustaba una ensalada de pulpo, se dio cuenta de cómo las ventosas de los tentáculos se adherían con precisión a las superficies. Este hallazgo le inspiró a crear una suela para las zapatillas de básquet que mejoraría el agarre y la agilidad de los jugadores.

Aquel momento dio origen a las primeras zapatillas Tiger, cuyo diseño innovador cambió la historia del deporte. En 1951, estas zapatillas con suela inspirada en los tentáculos de un pulpo ofrecieron a los deportistas una mayor capacidad de movimiento, lo que las hizo populares entre los jugadores de básquet. "El sistema de ventilación y la mejora en el agarre permitieron a los atletas moverse con más rapidez y seguridad", señala el artículo de La Nación.

La empresa de Onitsuka no tardó en diversificar sus productos, expandiéndose al calzado para corredores, montañistas y futbolistas, siempre con la mirada puesta en las necesidades del deportista. Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando un joven llamado Phil Knight, estudiante en la Universidad de Oregón, vio el potencial de las zapatillas Tiger en el mercado estadounidense. En 1963, Knight viajó a Japón y convenció a Onitsuka para obtener la licencia exclusiva para distribuir las zapatillas en Estados Unidos.

El éxito de Blue Ribbon Sports, la empresa fundada por Knight y su entrenador Bill Bowerman, impulsó el crecimiento de la marca en los años siguientes. Sin embargo, la relación con Onitsuka se tensó debido a problemas contractuales y logísticos, lo que llevó a la ruptura en 1971. "La ruptura ya era cuestión de tiempo", recuerda Knight en su autobiografía Nunca pares.

Con esta separación, Blue Ribbon Sports dio origen a Nike, una marca que transformó el mundo del calzado deportivo y se consolidó como líder en la industria. Mientras tanto, Onitsuka, aunque enfrentaba desafíos en el mercado global, logró reinventar su empresa y, en 1977, se fusionó con otras compañías para formar Asics, una marca que hoy sigue siendo sinónimo de calidad e innovación.

La historia de Onitsuka y Nike no solo es un relato de innovación tecnológica, sino también de cómo la pasión, la perseverancia y la visión de futuro pueden transformar una industria y cambiar el rumbo del deporte mundial.