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Por Agroempresario.com
El ciclo productivo del trigo 2024/25 en Argentina enfrentó importantes desafíos climáticos, desde la siembra hasta la cosecha. A pesar de las adversidades, el cultivo logró demostrar su conocida capacidad de recuperación, cerrando el año con estimaciones de producción que rondan los 19,3 millones de toneladas, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El cultivo inició con buenas condiciones de siembra, pero debió superar una prolongada sequía entre abril y septiembre. Esta situación limitó el macollaje, pero redujo la incidencia de enfermedades e insectos. Además, el invierno trajo numerosas heladas, mientras que octubre combinó lluvias necesarias con una ola de calor que afectó el llenado de los granos. Sin embargo, las precipitaciones de noviembre permitieron mejorar el peso de los granos, lo que compensó parcialmente las pérdidas.
La producción nacional pasó de un cálculo inicial de 21 millones de toneladas a mínimos de 18,5 millones en los momentos más críticos del invierno seco. Aunque diciembre cerró con un optimismo moderado, los rendimientos presentan una gran disparidad entre zonas, dependiendo de la humedad disponible y las fechas de siembra.
En la principal región triguera del país, el sur de Buenos Aires, los rindes iniciales están por debajo del promedio histórico. Alejandro Vejrup, gerente de la cooperativa Alfa de Tres Arroyos, señaló que “los agricultores no superarán los 30-35 quintales por hectárea, lo que representa el quinto año consecutivo con bajos rendimientos”.
En el oeste bonaerense, General Villegas mostró promedios de 20-35qq/ha, notablemente inferiores a los históricos de 35-50qq/ha, afectados por la sequía prolongada. No obstante, en el nordeste de la provincia se reportaron mejores resultados, con rindes de hasta 69qq/ha en los mejores lotes de ciclo largo.
En Entre Ríos, el trigo de ciclo largo rindió hasta 50qq/ha, mientras que los ciclos cortos oscilaron entre 40 y 45qq/ha debido a la falta de frío y lluvia. Por otro lado, Córdoba presentó un panorama mixto: en la zona de Río Cuarto, los cultivos alcanzaron entre 25-35qq/ha en secano y hasta 70qq/ha bajo riego, según reportes locales.
El bajo precio del trigo, que se ubica en torno a 190.000 pesos por tonelada, no incentiva la venta inmediata. “Los que tienen margen están esperando hasta marzo o más adelante”, comentó el productor Orlando Williams, de Alberdi.
Además, el financiamiento sigue siendo un desafío, ya que los créditos en pesos resultan “impagables” y los productores optan por líneas en dólares para sostener sus operaciones.
A pesar de las adversidades, el trigo demostró nuevamente su resiliencia, ofreciendo resultados mejores de lo esperado en algunas regiones y destacándose como un cultivo noble incluso en años complicados. Sin embargo, los rindes desparejos y los altos costos productivos plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de la actividad en varias zonas del país.
