Por Agroempresario.com
La campaña agrícola 2024/25 continúa consolidando tendencias significativas. Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la superficie sembrada con maíz ha experimentado un aumento del 13% respecto de la proyección inicial, alcanzando 6,6 millones de hectáreas. Este incremento, equivalente a 300.000 hectáreas adicionales, se explica por la preferencia de los productores hacia este cultivo, que ofrece mejores márgenes en el contexto actual de costos ajustados.
En contraste, la soja, que ya cubre el 84,6% de la superficie proyectada, enfrentó un recorte de 200.000 hectáreas. La nueva estimación para este cultivo es de 18,4 millones de hectáreas, reflejando los desafíos económicos del sector.
El avance del maíz es notable, con el 80,9% de la superficie proyectada ya sembrada. Las zonas núcleo y el norte de Córdoba lideran este crecimiento, mientras que en regiones como el NEA y el sur de Córdoba se registraron ajustes a la baja. Actualmente, el 30% de los cultivos se encuentra en estadios reproductivos, con un 97% de la superficie en condiciones de normal a excelente.
Aunque el área total sembrada con maíz sigue siendo un 16,5% inferior a la campaña anterior, su recuperación demuestra un cambio estratégico por parte de los productores, quienes buscan maximizar la rentabilidad en medio de un panorama desafiante.
A pesar del recorte en la superficie proyectada, la siembra de soja avanza rápidamente. En el caso de la soja de primera, el 90% ya está implantado y el 20% de los cultivos ha iniciado estadios reproductivos, beneficiándose de condiciones de humedad adecuadas. En cuanto a la soja de segunda, el 70% de la superficie ya fue sembrada, con buenos indicadores de desarrollo en las zonas del centro y norte del país.
Por su parte, el girasol mantiene buenos indicadores, con el 100% de los cultivos en condiciones de normal a excelente. Sin embargo, el informe de la BCBA advierte sobre la necesidad de lluvias en las próximas semanas para asegurar un rendimiento óptimo durante las etapas de llenado de grano.
Con estos indicadores, la campaña 2024/25 refleja cómo los productores argentinos ajustan sus estrategias en función de los costos, las condiciones climáticas y las proyecciones de mercado, consolidando al maíz como uno de los cultivos clave para este ciclo.