Por Agroempresario.com
La emblemática Ruta Nacional 40, una de las más famosas de Argentina, continúa siendo un recorrido lleno de sorpresas. Desde el sur hasta el norte del país, cada tramo guarda un encanto único, y Catamarca no es la excepción. A lo largo de la ruta, se encuentra un rincón lleno de historia, tradición y belleza natural: las Sierras de Belén y el Shincal de Quimivil.
Shincal de Quimivil, una de las joyas arqueológicas más importantes de la provincia, fue un centro urbano habitado por los Incas entre los siglos XV y XVI. Este sitio ofrece histórico a los visitantes una fascinante visión de la arquitectura precolombina, con escalinatas, senderos y recintos que permiten imaginar cómo era la vida en este antiguo asentamiento. Para disfrutar completamente de la experiencia, se recomienda contratar una guía que brinde detalles sobre la historia y el significado de cada rincón. El Shincal se encuentra a solo 5 kilómetros del pintoresco pueblo de Londres, un destino pintoresco con su propia historia.
Las Sierras de Belén, situadas en los Valles Calchaquíes, son el hogar de numerosos sitios arqueológicos, huellas de los pueblos originarios que habitaron la zona durante siglos. Entre ellos se destacan los Hualfines, Culampajaes, Quilmes y Famayfiles, cuyas tradiciones han marcado profundamente la cultura catamarqueña. Los visitantes pueden realizar caminatas de distintos niveles de dificultad a través de estos paisajes montañosos, como la excursión de 11 kilómetros que recorre la Quebrada de Belén, donde el caudaloso río Belén y las imponentes montañas ofrecen un paisaje impresionante.
Un aspecto fascinante de este recorrido es la Ruta del Telar, que lleva a los viajeros por la vida y obra de más de 300 artesanos y artesanas dedicadas al tejido tradicional. Belén es conocida como la "Cuna del Poncho Salteño", un emblema de la cultura regional que tiene en este recorrido una de sus máximas expresiones.
A tan solo 50 kilómetros al norte, el Valle de Hualfín guarda importantes yacimientos arqueológicos, como el Pucará de Hualfín, un fuerte preincaico que ofrece una vista panorámica de la región. Además, los turistas pueden aprovechar para visitar las bodegas cercanas al pueblo, que ofrecen una propuesta turística alternativa que une el patrimonio cultural con el disfrute de los vinos locales.
Este tramo de la Ruta 40 en Catamarca es un destino imperdible para quienes buscan conocer más sobre la historia, la cultura y la naturaleza de una de las regiones más fascinantes de Argentina. Las Sierras de Belén y el Shincal de Quimivil invitan a explorar su rico legado ancestral mientras se disfruta de los paisajes y las tradiciones que hacen únicas en esta parte del país.