Por Agroempresario.com
Originalmente publicado por La Nación, el relato sobre la pulpería de Abbott y sus encantos rurales destaca la figura de Juan Félix del Pozo, un gaucho de 72 años que decidió reabrir la histórica "La Esquina de Galván" junto a su hija Natalia. Con su pelo blanco engominado y vestimenta gaucha impecable, Juan representa las raíces más auténticas de la tradición bonaerense, convirtiendo su pulpería en un símbolo de hospitalidad y preservación cultural.
El pueblo de Abbott, ubicado a 103 km de Buenos Aires, es un destino donde la historia se respira en cada rincón. Los pisos de pinotea crujen con cada paso, evocando recuerdos de gauchos, soldados y tiempos pasados. Su oferta gastronómica es variada y pintoresca: desde las pastas caseras y platos gourmet de La Carpintería hasta las parrilladas familiares de Pluma Negra y Don Tomás, pasando por la sofisticación de Amar Té & Café, un lugar ideal para disfrutar de infusiones en hebras.
Además de su riqueza gastronómica, Abbott cautiva con su patrimonio histórico. El antiguo jagüel, vinculado al general Lavalle, y el Lawn Tenis Club, donde jugó Guillermo Vilas, reflejan la importancia cultural del pueblo. La capilla Santa María de Cortona, inaugurada en 1924, también forma parte del legado arquitectónico.
La presencia de figuras como Joan Manuel Serrat, quien frecuenta La Carpintería durante sus visitas al país, ha sumado notoriedad al pueblo, sin alterar su atmósfera de calma y tradición. Abbott sigue siendo un refugio para quienes buscan desconectarse, entre mate compartido, paisajes serenos y el eco de la historia rural argentina.