Por Agroempresario.com
En Concepción del Uruguay, Entre Ríos, se consolida una técnica revolucionaria que transforma la producción avícola argentina. El apilado sanitario de cama de pollo, desarrollado por el INTA, reduce microorganismos patógenos, mejora la sanidad de las granjas y aumenta la productividad.
Este método consiste en apilar la cama de pollo en pilas de un metro de altura durante 10 a 15 días, lo que genera una temperatura capaz de eliminar bacterias y virus. Además de reducir la carga biológica, mejora indicadores clave como la conversión alimenticia y disminuye la mortalidad.
El investigador del INTA Juan Martín Gange destacó: "Pollos más sanos implican mejores índices productivos y mayores ingresos para los productores". Entre Ríos, con más de 250 granjas certificadas ambientalmente, es pionera en adoptar estas prácticas sostenibles.
Productores como Juan Bordet, que maneja 1,2 millones de pollos al año, ya aplican esta técnica con resultados positivos. "Antes reutilizábamos las camas sin tratamiento, ahora con el apilado hemos reducido significativamente la contaminación", comentó.
La avicultura argentina, con más de 2,4 millones de toneladas de carne producidas y 900 millones de aves faenadas en 2024, se fortalece con estas innovaciones. Exportando a mercados como China y Sudáfrica, el sector se posiciona como un modelo de producción responsable y eficiente, integrando sostenibilidad y competitividad.