Por Agroempresario.com

En tiempos de declive para otras bebidas alcohólicas, el vermú está viviendo un auge sin precedentes en la Argentina. Esta bebida tradicional, a base de vino, ha sido revitalizada gracias a la incorporación de nuevas marcas, innovaciones en su elaboración y la creación de bares especializados: las "vermuterías".

Julián Varea, pionero del vermut artesanal con su marca Lunfa, destaca la relevancia histórica de Argentina en la producción de vinos, lo que ha permitido que el vermut gane terreno en la escena local. “Con la gran tradición vitivinícola del país, era de esperar que se le diera una nueva oportunidad al vermú”, señala.

En un escenario donde el gin perdió protagonismo, el vermú ha emergido como la nueva estrella de los aperitivos. La variedad y calidad de los nuevos productos son destacadas por expertos del sector, como Francisco Mecca de Bodegas Bianchi, quien resalta un crecimiento sostenido del mercado local, con un 25% de aumento anual. El sector premium y artesanal, en particular, se lleva el mayor protagonismo.

Los recientes lanzamientos de marcas como Siete Cuatro Seis, Fasano y Crotta Rosso son prueba del creciente interés de bodegas en este mercado. Estas marcas no solo buscan aprovechar la tradición local, sino también innovar con botánicos y perfiles únicos.

La tendencia se ha acompañado con la aparición de vermuterías, bares especializados que reivindican la hora del aperitivo con propuestas de calidad. Estos espacios atraen a jóvenes y adultos por igual, que buscan disfrutar del vermut con opciones clásicas como el Negroni o más innovadoras con soda o tónica.

Julián Díaz, de La Fuerza, señala que el vermú no solo se limita a la hora del aperitivo, sino que ahora se disfruta en distintos momentos del día, desde cenas hasta picnics en la playa. La versatilidad de esta bebida, además de su calidad, la han convertido en un referente de la coctelería y la gastronomía.

La competencia en el mercado también ha llevado a la aparición de vermuts con propuestas novedosas, como los de Cantieri Navali, que se destacan por su uso de hierbas autóctonas de la Patagonia. Felipe Menéndez, su creador, comenta: “Cada región aporta algo único a la receta, y eso se refleja en los perfiles distintivos de nuestros vermuts”.

En este resurgimiento, lo antiguo se reinventa. Algunas bodegas han recurrido a recetas históricas, como es el caso de Crotta, que recuperó una fórmula de 1951 para desarrollar su vermut Rosso, manteniendo la esencia, pero con un toque moderno.

La tendencia del vermut está marcada por la diversidad, la calidad y la innovación. A medida que más marcas y consumidores se suman al fenómeno, el vermú se posiciona como la bebida de tendencia en Argentina.