Por Agroempresario.com
Las importaciones de trigo de Brasil han alcanzado niveles récord en 2024, reflejando una creciente demanda interna que continúa beneficiando a los productores argentinos. Este aumento en las compras de cereal por parte del vecino país es una buena noticia para el mercado argentino, ya que Brasil sigue dependiendo de las importaciones para satisfacer su consumo interno de trigo, el cual supera los 13 millones de toneladas anuales.
A pesar de los esfuerzos de Brasil por alcanzar la autosuficiencia en trigo, especialmente en la región del Cerrado, la producción nacional aún no logra cubrir la totalidad de la demanda. En 2024, Brasil importó 6,65 millones de toneladas de trigo, un 59% más que en 2023, lo que lo convierte en uno de los principales destinos para el trigo argentino. Este incremento en las importaciones es resultado de una cosecha nacional de trigo que no ha sido suficiente para evitar la necesidad de recurrir a la oferta externa, especialmente a Argentina, su principal proveedor.
En cuanto a la calidad, Brasil enfrenta desafíos, ya que su producción interna no siempre cumple con los estándares necesarios para la panificación. El trigo de calidad panadera es escaso en el país, lo que aumenta la dependencia de trigo importado, especialmente de Argentina, que se destaca en este segmento de alta calidad.
Para la campaña 2024/25, se espera que la producción brasileña de trigo se mantenga por debajo de los 8 millones de toneladas, debido a una reducción en el área sembrada y condiciones climáticas adversas. Este escenario refuerza la necesidad de importar grandes volúmenes de trigo, lo que augura buenas perspectivas para la exportación argentina.
Por su parte, en Argentina, la comercialización del trigo ha mostrado una disminución de dinamismo en las últimas semanas, con un descenso en los volúmenes negociados tras un pico de transacciones en diciembre. A pesar de esta desaceleración, la tendencia lateral de los precios se mantiene, a la espera de nuevos factores que puedan reactivar la demanda en el mercado internacional.
En resumen, el crecimiento de las importaciones de trigo por parte de Brasil representa una oportunidad estratégica para los productores argentinos. A medida que Brasil continúa dependiendo de la oferta externa para satisfacer sus necesidades de consumo y mejorar la calidad de su trigo, Argentina sigue consolidándose como un socio clave en la provisión de este cereal.