Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyeron la primera etapa de negociaciones en Buenos Aires sin llegar a un consenso definitivo sobre el esquema cambiario. El equipo técnico del organismo internacional, que arribó al país la semana pasada, mantuvo reuniones con funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central. Sin embargo, el desenlace de estas discusiones clave aún está por definirse.
El esquema cambiario se ha convertido en el tema más ríspido de las conversaciones. Actualmente, el rígido "crawling peg" (ajuste gradual del tipo de cambio), el "dólar blend" exportador, que desvía el 20% de las liquidaciones hacia el contado con liquidación, y las restricciones cambiarias, como los límites a operaciones entre mercados oficiales y paralelos, están bajo análisis.
Según fuentes oficiales, el equipo técnico del FMI permanecerá en Buenos Aires hasta este martes, aunque el organismo no confirmó ni desmintió esta información. Hasta el momento, no se han emitido declaraciones públicas desde el Fondo, lo que aumenta la expectativa en los mercados.
Un informe reciente de la Fundación Capital subrayó que cualquier cambio relevante en la política económica dependerá de un desembolso sustancial por parte del FMI. Sin embargo, el documento advierte que, en un año electoral, es probable que el Gobierno opte por una estrategia gradual. Entre las opciones se incluyen la eliminación del dólar blend o la adopción de un sistema de flotación cambiaria dentro de bandas controladas.
Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, indicó que el escenario más probable sería un acuerdo corto de un año (Stand-By Agreement, SBA) para cubrir las obligaciones de 2025. Este esquema permitiría al país ganar tiempo y renegociar un programa más amplio después de las elecciones legislativas de octubre.
En una columna publicada en el sitio del Peterson Institute for International Economics (PIIE), Werner planteó que un eventual Extended Fund Facility (EFF) podría implementarse en 2026, acompañado de un mayor respaldo financiero condicionado a la corrección del tipo de cambio y la eliminación de controles cambiarios.
En contraste, Werner también mencionó escenarios menos probables, como la falta de acuerdo debido a la negativa del Gobierno a realizar ajustes cambiarios o que el FMI acepte cambios superficiales por presiones de la Casa Blanca.
Mientras tanto, el equipo económico del Gobierno ha tomado medidas adicionales para aliviar las tensiones financieras. La Secretaría de Finanzas anunció un nuevo canje de deuda para un bono CER con vencimiento el próximo 14 de febrero. Esta operación busca convertir hasta 4 billones de pesos en una Letra Capitalizable del Tesoro con vencimiento en noviembre de este año.
El viernes pasado, un canje similar logró una adhesión del 64%, lo que permitió despejar compromisos por 14 billones de pesos a lo largo de 2025. Estas acciones parecen alinearse con las condiciones previas requeridas por el FMI para avanzar en las negociaciones.
En paralelo, el presidente Javier Milei destacó que la negociación con el FMI no solo incluye el monto de los desembolsos, sino también su secuencia. Además, dejó abierta la posibilidad de un acuerdo paralelo con inversores privados para complementar el financiamiento del organismo.
El contexto internacional agrega complejidad al escenario. La incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos y las tensiones con China, México y Canadá podrían influir en los flujos de capital hacia mercados emergentes como el argentino.
Con un año electoral en curso, las negociaciones entre el Gobierno y el FMI parecen encaminarse hacia un entendimiento preliminar que permita sortear las obligaciones inmediatas. No obstante, las condiciones exigidas por el organismo, especialmente en relación con el esquema cambiario y las metas de reservas, continuarán siendo un punto crítico.
A la espera de definiciones concretas, el mercado observa con atención el desenlace de esta primera etapa de discusiones, conscientes de que cualquier acuerdo tendrá un impacto significativo en la política económica y financiera del país.