Por Agroempresario.com
La agroindustria argentina ingresó divisas por US$2.073.499.162 durante enero, lo que representa un aumento del 36% en comparación con el mismo mes del año pasado, según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC). En relación con diciembre, el incremento fue del 5%.
El mes pasado contó con solo una semana bajo el nuevo régimen de baja de retenciones, establecido por el decreto 38/2025. Sin embargo, en estos últimos cinco días hábiles, la actividad comercial fue escasa en el mercado de granos. A pesar de ello, los ingresos de divisas superaron los de diciembre, que rondaron los US$ 2.000 millones.
Los primeros días de la última semana de enero registraron baja actividad en el mercado de granos con eje en Rosario, debido a la incertidumbre en torno al impacto financiero de las nuevas regulaciones. Sin embargo, hacia el final de la semana, la actividad se recuperó y en la operatoria de soja se ofrecieron abiertamente $315.000 por tonelada por mercadería con entrega disponible en la zona de influencia rosarina.
“El ingreso de divisas de enero responde al ritmo de ventas de granos de los productores, las entregas de trigo y cebada a puerto, y un programa sostenido de molienda de soja para los embarques de harina y aceite de soja”, explicaron desde CIARA-CEC.
A su vez, señalaron que los precios internacionales no acompañaron la mejora de la producción, lo que limitó un mayor incremento en el total de divisas ingresadas.
El decreto 38/2025, que entró en vigor desde el lunes 22 de enero, redujo las retenciones a la exportación de productos agropecuarios, lo que representa un incentivo para liquidar la cosecha almacenada, estimada en 15 millones de toneladas. No obstante, su impacto aún no se refleja plenamente en las estadísticas del mes.
Mariela Brandolin, consultora agroindustrial, explicó que “el anuncio inicial tuvo una recepción positiva, pero con la publicación del decreto surgieron dudas sobre cuánto del beneficio efectivamente llegará a los productores”.
Uno de los puntos clave es que, para acceder a la baja de alícuotas, los exportadores deben liquidar al menos el 95% de las divisas en un plazo de hasta 15 días hábiles tras la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Este requisito implica que las empresas deben ingresar las divisas antes de haber embarcado y cobrado la mercadería, lo que genera un costo financiero adicional.
Entre el jueves y el viernes posterior al anuncio, la soja experimentó un incremento de $20.000 en el mercado disponible, pasando de $295.000 a $315.000 por tonelada. En la posición mayo de Matba-Rofex, el precio subió de U$S 280 a U$S 290. Aun así, no se observó un aluvión de ventas, lo que indicaría que los productores siguen cautelosos y a la espera de mayor claridad sobre el impacto de la medida.
En cuanto a otros cultivos, el maíz y el trigo registraron mejoras de aproximadamente $10.000, mientras que sus posiciones futuras en Matba-Rofex aumentaron unos pocos dólares, probablemente debido a factores específicos de cada producto más que al efecto de las retenciones.
Según datos del INDEC, en 2023 el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo biodiésel y derivados, representó el 50,1% de las exportaciones totales del país. El principal producto exportado fue la harina de soja, que representó el 12% del total, seguido por el maíz (11%) y el aceite de soja (6,9%).
El sector agroindustrial argentino cuenta con una elevada capacidad de procesamiento, aunque actualmente opera con un nivel de ociosidad cercano al 70%. Con la implementación de la reducción de retenciones, se espera que la liquidación de la cosecha en stock aumente progresivamente en los próximos meses, siempre y cuando las condiciones del mercado sean favorables.
Mientras tanto, los productores siguen atentos a la evolución de los precios internacionales y a los efectos concretos del nuevo régimen de retenciones sobre la rentabilidad de sus cultivos.