Por Agroempresario.com
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, cerró una semana marcada por una intensa actividad diplomática, que lo llevó a participar en foros internacionales de alto nivel y a consolidar vínculos estratégicos con potencias emergentes. La culminación fue su presencia en la cumbre del grupo BRICS en Río de Janeiro, a la que asistió por invitación del presidente de Brasil, Lula da Silva.
Durante la cumbre, Orsi mantuvo reuniones bilaterales con el primer ministro de India, Narendra Modi; el primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh; y el presidente del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, Jin Liqun. También se había encontrado días antes con el primer ministro de Egipto, Mostafá Madbuli, y con el presidente de Angola y titular de la Unión Africana, João Lourenço.
“Estamos abriendo el Uruguay a un escenario muy superior a lo que estaba planteado antes”, evaluó el canciller uruguayo, Mario Lubetkin, en una rueda de prensa posterior. Según el ministro, el nuevo enfoque diplomático del gobierno representa “una apertura al mundo como nunca antes”.
Uno de los hechos más destacados fue el anuncio de la apertura de una embajada india en Montevideo. Además, Modi invitó oficialmente a Orsi a visitar India y expresó su intención de realizar una visita de Estado a Uruguay. En paralelo, Sudáfrica manifestó su interés en invitar al país a la próxima cumbre del G20, que se celebrará antes de fin de año.
Lubetkin aseguró que estos avances tendrán un impacto económico concreto. “Habrá un aumento del comercio, de las inversiones, y vamos a tener que definir qué productos somos capaces de colocar en estos nuevos mercados”, afirmó. También destacó el interés creciente de China e India por la producción uruguaya, lo que podría impulsar nuevos acuerdos comerciales con aranceles reducidos.
La presencia de Uruguay en la cumbre del BRICS generó especulaciones sobre una posible incorporación al bloque, integrado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, y recientemente expandido a incluir países como Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán. Sin embargo, el canciller Lubetkin descartó cualquier intención en ese sentido.
“Fuimos invitados por el presidente Lula, pero no somos parte de los BRICS ni hemos solicitado serlo”, aclaró. La aclaración llega luego de que el expresidente estadounidense Donald Trump advirtiera que podría aplicar aranceles adicionales a países que se alineen con las políticas del grupo.
Orsi, por su parte, pronunció un discurso de cuatro minutos en el plenario del encuentro. Fue presentado por Lula da Silva como “la última obra del presidente Pepe Mujica” y una “revelación política de América del Sur”. El reconocimiento del mandatario brasileño fue interpretado como un respaldo político al liderazgo de Orsi en la región.
En paralelo, Uruguay continúa fortaleciendo su vínculo con el sudeste asiático. Lubetkin recordó que además de los encuentros en Brasil, la administración Orsi ha mantenido un fuerte contacto con países del continente asiático a través de acuerdos con la ASEAN y visitas recientes a China.
“Vamos hacia un viraje estratégico. No nos enfocamos solo en China, sino en todo Asia. Eso quedó claro con las reuniones bilaterales que mantuvo el presidente y con la proyección que estamos construyendo”, dijo el canciller.
Uruguay también busca aprovechar esta apertura internacional para consolidarse como un destino atractivo para inversiones extranjeras. La estabilidad política, el respeto por el Estado de derecho y la inserción creciente en espacios multilaterales son, según el gobierno, las principales credenciales que presenta el país para captar capitales.
“Esto no es solo una agenda de relaciones exteriores, es una apuesta de desarrollo productivo y de posicionamiento en el nuevo orden global”, sostuvo Lubetkin. Agregó que la estrategia será acompañada por una revisión de la oferta exportable uruguaya y un refuerzo en la infraestructura logística y tecnológica para responder a las nuevas demandas de los mercados asiáticos.
En resumen, el gobierno de Yamandú Orsi apuesta a una política exterior activa, diversificada y pragmática. La participación en foros como el BRICS, las reuniones con líderes globales y la expansión de vínculos con Asia muestran un país decidido a fortalecer su proyección internacional sin abandonar su independencia estratégica.
Desde Montevideo, el mensaje es claro: Uruguay busca consolidar su lugar en el mundo con inteligencia, diálogo y apertura. La diplomacia de Orsi, con fuerte impronta regional pero mirada global, marca el inicio de una nueva etapa que podría redefinir la relación del país con los centros del poder económico y político global.