Por Agroempresario.com
En un sector tan intensivo en recursos como el hotelero, la transición hacia un modelo de gestión sostenible y responsable representa uno de los principales desafíos del siglo XXI. Meliá Hotels International, con presencia en más de 40 países, ha optado por una estrategia integral de sustentabilidad que se adapta a las particularidades de cada destino, sin perder su visión global.
La línea de trabajo liderada por Lourdes Ripoll, vicepresidenta de Sostenibilidad de Meliá Hotels International, se centra en tres pilares: la transversalidad en la operación, la innovación tecnológica (con especial foco en la inteligencia artificial y el IoT) y la colaboración activa con proveedores, empleados y comunidades locales.
En una entrevista exclusiva, Ripoll analiza cómo la cadena implementa su estrategia sustentable y por qué considera que "solo con una visión en común es posible generar un impacto positivo real y duradero".
Turismo regenerativo y compromiso local
Lourdes Ripoll afirma que la sostenibilidad es un valor transversal dentro del grupo, sin importar si se trata de una marca Luxury, Premium o Essential. Cada una integra criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) como parte de su operación diaria. "No hay distinción. El uso de energías renovables, la reducción de residuos o la acción social forman parte de nuestras prioridades, independientemente de la marca", asegura.
No obstante, marcas como Paradisus by Meliá potencian esta mirada mediante el programa Destination Inclusive, que fomenta experiencias inmersivas en el patrimonio cultural y natural de cada destino. "Queremos que el cliente se lleve una experiencia transformadora y, al mismo tiempo, contribuya al desarrollo local", agrega Ripoll.
Transparencia con el huésped: Travel for Good
La comunicación juega un rol clave. A través de la iniciativa Travel for Good, lanzada en 2022, Meliá busca visibilizar sus esfuerzos sostenibles y concientizar al turista. Desde los canales digitales hasta los puntos de contacto dentro del hotel, la compañía se esfuerza por demostrar que el turismo responsable es posible.
"Travel for Good no solo muestra nuestras acciones, sino que empodera al huésped para que tome decisiones responsables durante su estancia", sostiene Ripoll. Y agrega que uno de los desafíos actuales es lograr que las acciones invisibles (como el ahorro energético o la eficiencia hídrica) se valoren tanto como las visibles.
Experiencias participativas: del lujo al compromiso ambiental
Una de las iniciativas más valoradas por los huéspedes es Welcome to Life, activa en hoteles del Caribe. En ella, los visitantes pueden participar del cuidado de tortugas marinas a través de actividades voluntarias. "La experiencia de liberar una tortuga al mar genera un vínculo emocional con el destino que perdura en el tiempo", destaca.
Este tipo de programas no solo refuerzan el compromiso ambiental de la marca, sino que también generan experiencias memorables que fidelizan a los clientes.
Reconocimientos internacionales: S&P Global Sustainability Yearbook
Ser reconocida como líder global por S&P Global en su Anuario de Sostenibilidad 2025 no fue casual. "Participamos voluntariamente y el resultado valida años de trabajo rigurosos", afirma Ripoll. Además, asegura que estos reconocimientos funcionan como herramientas de mejora continua y fortalecen la confianza de los inversores, colaboradores y clientes.
Objetivos climáticos: hacia la descarbonización 2035
Meliá se ha fijado como meta reducir más del 70% de sus emisiones de carbono al año 2035. Para ello, identifica tres ejes: optimización de consumos, transición hacia energías renovables y sensibilización de la cadena de valor.
"Nuestro crecimiento no debe ir en detrimento del planeta. Por eso equilibramos la apertura de nuevos hoteles con la mejora continua de nuestra eficiencia operativa", enfatiza Ripoll.
Tecnología para la sostenibilidad: inteligencia artificial y sistemas propios
Desde 2007, Meliá cuenta con SAVE, un sistema propio de gestión ambiental que monitorea indicadores como el consumo de agua, energía y generación de residuos. SAVE está presente en el 100% del portafolio global.
Pero la compañía también apuesta fuerte por la inteligencia artificial. El proyecto CO2perate, por ejemplo, ajusta automáticamente el sistema de climatización según variables como la ocupación o el clima, reduciendo significativamente las emisiones de CO2. Otro caso es el proyecto Magnum, que optimiza el uso de agua mediante sensores IoT.
"La IA no reemplaza, sino que potencia nuestro trabajo. Nos permite tomar decisiones basadas en datos y anticiparnos a los problemas", remarca.
Economía circular: de residuos a recursos
En cuanto a la circularidad, Meliá trabaja en distintas líneas. Desde la reutilización del agua pluvial para riego, la transformación de residuos orgánicos en compost, hasta el reciclaje de textiles, aceites y muebles.
En materia de plásticos, una de las decisiones más importantes fue eliminar los amenities de un solo uso y reemplazarlos por dispensadores recargables. Además, en algunos hoteles utilizan botellas de agua fabricadas con PET 100% reciclado.
Alimentos: menos desperdicio, más consciencia
Para reducir el desperdicio alimentario, Meliá optimiza la producción en sus buffets mediante un control riguroso de la demanda. A su vez, varios hoteles generan compost que es donado a agricultores locales, a quienes luego se les compra parte de la producción, creando un ciclo virtuoso.
La compañía también participa en iniciativas como Too Good To Go, que permite vender alimentos no consumidos del día a precios accesibles, evitando su descarte y fomentando un consumo responsable.
"Aún queda camino por recorrer, pero estamos convencidos de que con innovación, compromiso y alianzas podemos lograr una reducción significativa", sostiene Ripoll.
Aliados sostenibles: selección de proveedores con criterios ESG
La selección de proveedores también se realiza en base a criterios de sostenibilidad. Meliá desarrolló un cuestionario que les permite obtener un score ESG y trabajar en una hoja de ruta compartida para la mejora continua.
"Queremos proveedores comprometidos. Porque no se trata solo de lo que hacemos dentro del hotel, sino de toda la cadena de suministro", aclara Ripoll.
Argentina: oportunidades y proyectos futuros
Argentina presenta tanto desafíos como oportunidades. "La situación macroeconómica es compleja, pero hay un potencial enorme en destinos como la Patagonia, las Cataratas, Mendoza o Salta", indica María Zarraluqui, vicepresidenta de Desarrollo de Meliá Hotels International.
Hoy, la compañía opera dos establecimientos: Gran Meliá Iguazú, distinguido como el mejor hotel del país, y Casa Lucia, en Buenos Aires. A su vez, junto al Grupo Mirgor, desarrollan un proyecto de lujo en Ushuaia bajo la marca Gran Meliá, con apertura prevista para 2028.
"Argentina es un mercado con margen para el crecimiento. Nuestro modelo asset-light nos permite adaptarnos a los contextos locales y aportar valor mediante la gestión profesional y la experiencia internacional", explica Zarraluqui.
Según trascendió, el plan de inversión podría alcanzar los USD 200 millones en los próximos cinco años, siempre en alianza con inversores locales.
Visión compartida: el futuro de la hotelería responsable
"No hay sostenibilidad sin compromiso colectivo", concluye Lourdes Ripoll. En su mirada, el futuro del turismo debe ser regenerativo, colaborativo y tecnológicamente inteligente. Y para ello, es indispensable una visión compartida entre empresas, comunidades y viajeros.
