Por Agroempresario.com
Ante el decreto firmado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que impone aranceles del 25% al acero y al aluminio, expertos y exfuncionarios advierten que el Gobierno argentino deberá iniciar negociaciones bilaterales para evitar que el país quede afectado por la medida.
Una vez confirmado que no habrá excepciones, fuentes del Ministerio de Economía consultadas indicaron que la Cancillería ya está analizando el tema y sus posibles implicancias.
Estados Unidos representa el 62% de las exportaciones de aluminio de Argentina, especialmente en su forma bruta, mientras que también es un comprador clave de acero. En 2024, las exportaciones argentinas de aluminio y sus manufacturas a EE.UU. ascendieron a aproximadamente US$500 millones, mientras que las de acero y sus derivados alcanzaron los US$100 millones.
El economista y exministro de Producción, Dante Sica, destacó que Argentina deberá apostar a la negociación bilateral. "Argentina tiene un comercio deficitario con EE.UU. y argumentos para iniciar conversaciones", afirmó.
Cabe recordar que, durante la administración de Mauricio Macri, Argentina logró quedar exceptuada de los aranceles impuestos por Trump en su primer mandato, mediante un acuerdo que establecía un cupo de 180.000 toneladas de exportación sin aranceles para acero y aluminio.
Sica explicó que la relación comercial entre ambos países ha sido históricamente conflictiva debido a que sus industrias son más competitivas que complementarias. "Desde el año 2000, EE.UU. ha aplicado medidas antidumping a productos argentinos como la miel y el biodiésel", detalló.
Las empresas que exportan acero y aluminio a EE.UU. podrían verse seriamente afectadas. Techint, por ejemplo, ha diversificado su producción con plantas en suelo estadounidense y mexicano, lo que le ha permitido compensar la reducción de exportaciones desde Argentina. Sin embargo, la situación de Aluar es diferente, ya que su producción se realiza exclusivamente en el país y destina el 40% de su producción al mercado estadounidense.
Por su parte, el especialista en comercio internacional Marcelo Elizondo sugirió que Argentina debería aprovechar esta coyuntura para replantear su relación con EE.UU. "El país cobra aranceles a productos estadounidenses porque no cuenta con un tratado de libre comercio con EE.UU. Tal vez sea el momento de negociar un acuerdo más amplio", opinó.
El mercado del acero y el aluminio atraviesa una reconfiguración global, especialmente por la influencia de China. La producción de acero chino ha crecido exponencialmente, pasando del 15% del total mundial en el año 2000 al 54% en 2023. Como consecuencia, varios países han adoptado medidas de protección para sus industrias locales, incluyendo el aumento de aranceles.
Si la decisión de Trump desata una nueva ola de represalias comerciales, el comercio global podría enfrentar un escenario de mayor incertidumbre. En este contexto, Argentina deberá evaluar sus estrategias para mitigar los impactos negativos de la medida y asegurar la competitividad de sus exportaciones.