Por Agroempresario.com
El sector agropecuario en Argentina se enfrenta a desafíos constantes debido a las inclemencias climáticas y los cambios en el mercado internacional. Sin embargo, hay actores dentro de la industria que continúan con ambiciosos planes de expansión, apostando a la diversificación y a la sostenibilidad. Este es el caso de ADBlick Granos, uno de los grupos más importantes del agro, que, a pesar de los contratiempos climáticos y económicos, tiene planes de sembrar 100.000 hectáreas en los próximos cinco años.
En una reciente entrevista con LA NACION, Santiago del Carril, flamante gerente general de ADBlick Granos, compartió detalles sobre la expansión de la compañía, las inversiones realizadas y la visión a futuro del grupo, a la vez que destacó la necesidad de una política impositiva más favorable para incentivar la inversión en el sector agroindustrial.
A pesar de las complicaciones de la campaña agrícola actual, que no se prevé tan exitosa como se esperaba al inicio de la temporada, ADBlick Granos continúa apostando al futuro con una inversión de 30 millones de dólares en el ciclo agrícola de 2024. Este monto no solo se destina a los cultivos tradicionales como soja, maíz y girasol, sino también a la expansión geográfica de la empresa y la diversificación de cultivos. "La clave para mitigar los riesgos asociados a la variabilidad climática ha sido la diversificación de cultivos, así como la dispersión geográfica de nuestras hectáreas", comentó Del Carril. La compañía está trabajando con un total de 75.000 hectáreas en su portfolio, todas en arrendamiento, y tiene como objetivo ampliar esa superficie a 100.000 hectáreas en los próximos cinco años.
Dentro de este plan de expansión, el 10% de la superficie será de campos propios, lo que les permitirá reducir la dependencia del arrendamiento y ofrecerles mayor previsibilidad y control en la planificación productiva. "Buscamos expandirnos en áreas clave como la zona núcleo sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y algunas áreas del noreste y noroeste del país. También estamos analizando la compra de tierras para incorporar nuevas tecnologías y sistemas de riego", añadió el gerente general.
En cuanto a los efectos de las condiciones climáticas, Del Carril destacó que la situación ha sido complicada. "Al principio de la campaña, las lluvias de diciembre generaron buenas perspectivas, pero en cuanto se cortó el agua, la situación se complicó", explicó. Las lluvias de enero no fueron suficientes para revertir la tendencia, y las pérdidas en la cosecha se sintieron especialmente en algunas zonas, como la región núcleo. Sin embargo, gracias a la estrategia de dispersión geográfica, la empresa logró minimizar el impacto de la sequía. "Nuestros campos están ubicados principalmente en la provincia de Buenos Aires, en la Cuenca del Salado, en el centro, sudeste y sudoeste. Esto nos permitió mitigar los efectos negativos del clima y garantizar que el 90% de nuestras siembras estuvieran en buen estado", agregó Del Carril.
Las precipitaciones recientes de principios de febrero ayudaron a aliviar la situación en algunas zonas más afectadas, pero el panorama sigue siendo incierto debido a las fluctuaciones climáticas. A pesar de esto, ADBlick Granos se muestra optimista respecto a sus cultivos, especialmente porque los precios de algunos productos han experimentado una leve recuperación.
Otro de los factores que ha influido en las perspectivas de ADBlick Granos es la caída de los precios internacionales de los granos, que afectó directamente las expectativas de rentabilidad de los productores. En particular, la soja sufrió una baja considerable, aunque en las últimas semanas se ha registrado un leve repunte. "La caída de los precios internacionales de la soja al inicio de la campaña nos afectó, pero hubo algunos factores que impulsaron una pequeña recuperación, como la demora en la cosecha de Brasil y la sequía en Argentina durante enero. Esto generó un aumento en los precios de la soja en los mercados internacionales", explicó Del Carril.
Además, la reciente eliminación de algunas restricciones a las exportaciones y una leve reducción en las retenciones también contribuyeron a mejorar el panorama para los productores locales. "A nivel local, las medidas que se tomaron sobre las retenciones en los últimos meses ayudaron a reactivar el mercado y dar un respiro a los productores que venían muy golpeados por la baja en los precios", comentó el gerente general.
Una de las estrategias más destacadas de ADBlick Granos fue aumentar la siembra de girasol. Ante la caída de los precios de la soja y el alza en el precio del aceite de girasol debido al conflicto en Europa del Este, la empresa decidió aumentar la superficie sembrada con este cultivo. "El girasol es un cultivo que se adapta bien a las condiciones de sequía y temperaturas elevadas, y dado que la soja tenía precios bajos, decidimos potenciar la siembra de girasol", dijo Del Carril. Este año, la empresa incrementó en un 10% la superficie sembrada con girasol, alcanzando las 17.500 hectáreas.
Si bien el sector agroindustrial ha tenido avances en cuanto a la apertura de mercados y la eliminación de algunas barreras burocráticas, Del Carril señaló que la situación fiscal sigue siendo un obstáculo importante. "El esquema de retenciones y la brecha cambiaria siguen siendo puntos críticos para el sector. Aunque las medidas tomadas por el gobierno han sido positivas, necesitamos una reducción de la carga impositiva para fomentar la inversión y garantizar la competitividad de nuestras producciones en los mercados internacionales", indicó.
Mirando hacia el futuro, ADBlick Granos tiene planes claros para continuar con su crecimiento y diversificación. "Nuestro objetivo es aumentar la producción de maní y papa, dos cultivos con mercados muy competitivos", explicó Del Carril. Actualmente, la empresa ya produce maní en unas 3.000 hectáreas y es uno de los mayores proveedores de maní premium para Europa. En cuanto a la papa, el objetivo es mejorar la eficiencia productiva y consolidarse en la cadena de valor. La empresa también busca consolidar su presencia en el mercado ganadero y de olivos, aunque el foco principal sigue siendo el negocio agrícola.
En cuanto a la sostenibilidad, Del Carril destacó que la empresa está comprometida con la trazabilidad y la responsabilidad social. "Estamos alineados con las exigencias del mercado y trabajando para incorporar nuevas tecnologías y certificaciones que nos permitan garantizar productos sustentables", concluyó.