Por Agroempresario.com
La mejora de la productividad en los cultivos de algodón puede depender de una estrategia agrícola innovadora: la rotación intensificada con cultivos de cobertura. Desde 2006, el equipo de investigación del INTA Reconquista, en Santa Fe, lleva a cabo un ensayo de larga duración que evalúa los efectos de la rotación intensiva en siembra directa sobre la calidad del suelo y los rendimientos de los cultivos en ambientes subtropicales. Esta investigación, clave para los suelos vulnerables a la erosión y la degradación, muestra que la combinación de cultivos de cobertura con secuencias de cultivos anuales no solo protege el suelo, sino que también incrementa la disponibilidad de nutrientes y mejora el rendimiento agrícola, particularmente en la producción de algodón.
Luciano Mieres, investigador del INTA Reconquista y responsable del ensayo, explicó que el objetivo de la investigación fue evaluar las ventajas productivas de las rotaciones intensivas en suelos subtropicales, tanto en términos de la utilización de los recursos ambientales durante las épocas de cultivo estival, como en la mejora de la calidad del suelo. "Observamos que la intensificación de las secuencias de cultivos en ambientes subtropicales es una estrategia efectiva para mejorar la calidad del suelo y aumentar la productividad agrícola", señaló Mieres.
Una de las principales innovaciones de este enfoque es el uso del maíz como cultivo antecesor del algodón. Al incorporar maíz en la rotación, seguido de un cultivo de cobertura, se incrementa la cantidad de rastrojos y se mejora la estructura del suelo, lo que contribuye a su protección frente a la erosión, especialmente en regiones donde las lluvias intensas son frecuentes.
El estudio llevado a cabo en el INTA Reconquista incluyó una evaluación detallada de la rotación maíz-algodón-soja, comparando la versión convencional con la rotación intensificada que incorpora cultivos de cobertura. Estos cultivos de cobertura fueron seleccionados para evaluar su impacto sobre la calidad del suelo, y variaron según la campaña agrícola. Entre las especies evaluadas estuvieron el trigo, avena strigosa, caupí, crotalaria júncea y crotalaria ochroleuca.
El diseño experimental empleó bloques completos al azar para estudiar los efectos de la secuencia maíz + cultivo de cobertura en comparación con el maíz solo. Los resultados fueron claros: la combinación de maíz con cultivos de cobertura incrementó la disponibilidad de nitrógeno mineral (NO3) en el suelo. En particular, el tratamiento con caupí o crotalarias mostró un incremento del 29 % en el nitrógeno disponible a la siembra del algodón, en comparación con el maíz sin cultivo de cobertura.
Uno de los resultados más relevantes del estudio es el aumento en el rendimiento de fibra de algodón. Según Mieres, el tratamiento que combinó maíz, cultivos de cobertura y fertilización inicial con nitrógeno y fósforo (NP) resultó en un aumento significativo del 20 % en el rendimiento de la fibra de algodón, en comparación con el tratamiento sin fertilización.
"Esto demuestra que tanto la fertilización inicial como el uso de cultivos de cobertura leguminosos son prácticas complementarias que mejoran los rendimientos del algodón, especialmente cuando se combinan con el maíz como antecesor", destacó el investigador.