Por Agroempresario.com
Si estás buscando una escapatoria tranquila del bullicio de las tradicionales playas de la Costa Atlántica, el sur de la provincia de Buenos Aires te ofrece tres destinos imperdibles, alejados del turismo masivo pero cargados de belleza natural. Ubicadas en el Partido de Tres Arroyos, las playas de Reta, Claromecó y Orense brindan la oportunidad de disfrutar del mar, las dunas y los arroyos sin las multitudes que suelen caracterizar a otros balnearios. Un destino perfecto para aquellos que buscan relajarse en un entorno más agreste y auténtico.
Estas pequeñas joyas de la Costa Atlántica se encuentran a unos 600 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), lo que las convierte en una excelente opción para quienes desean disfrutar de la tranquilidad del sur bonaerense. Con paisajes casi vírgenes, médanos imponentes y un clima relajado, Reta, Claromecó y Orense son ideales para los viajeros que prefieren el turismo slow, donde lo esencial es disfrutar del entorno sin prisas.
Reta es una pequeña localidad costera con una playa extensa y apacible que invita a caminar, descansar y disfrutar de la naturaleza. Su característica principal es su inmensidad, ya que se extiende sin interrupciones, rodeada por una cadena de médanos que le otorgan un encanto particular. En este balneario, el ruido de los amplificadores y la multitud no forman parte de la experiencia, convirtiéndolo en el lugar ideal para quienes buscan tranquilidad.
Emanuel Monforte, propietario del parador La Pausa, que está justo frente a la playa, comenta: “Nuestra playa es muy extensa, sin piedras ni construcciones visibles desde el mar, y está rodeada por médanos. No se llena nunca, lo que la convierte en un destino perfecto para familias. Los niños pueden jugar libremente mientras los adultos se relajan”.
Uno de los principales atractivos naturales de Reta es la desembocadura del Río Quequén Salado, que ofrece excelentes condiciones para los amantes de la pesca. Además, si el clima no acompaña para un día de playa, los turistas pueden disfrutar de las opciones culturales como el Museo y Fototeca Reta, que está dedicado a la historia local, y el Museo de la Yerba Mate, el único de este tipo en la provincia.
Reta también tiene una interesante historia, ya que el pueblo fue fundado en 1929 por Martín Reta, un estanciero local. Durante su auge, el pueblo llegó a contar con un moderno hotel y una sala de juegos de lujo. Hoy, sigue siendo una localidad que combina historia, naturaleza y tranquilidad, en una playa que no deja indiferente a quienes la visitan.
Claromecó es el balneario más desarrollado de los tres, pero no por ello pierde su encanto natural. Con una oferta de alojamiento, gastronomía y servicios más variada, esta localidad es el lugar perfecto para disfrutar de una experiencia más completa sin perder la esencia tranquila y agreste que caracteriza la zona. Claromecó está situada entre un enorme bosque y el mar, lo que le otorga un paisaje único y variado.
El complejo turístico está dividido en dos áreas: una más urbanizada y otra, más agreste, en la zona de Dunamar. Andrea Gutiérrez, propietaria del complejo de cabañas Anusara Appart, ubicado en la zona más forestada, destaca que en Claromecó se puede disfrutar de una mezcla perfecta de mar, bosque y actividades al aire libre. “Aquí se puede hacer de todo, desde caminatas por la playa hasta canotaje en el arroyo, pasando por excursiones a los médanos. Hay algo para cada gusto”, comenta.
Claromecó también ofrece una gran variedad de actividades como avistaje de aves, paseos en 4x4, cabalgatas y visitas al Faro Claromecó, que se encuentra a unos 2 kilómetros del centro. Además, se puede recorrer la extensa senda peatonal sobre el frente marino, perfecta para quienes buscan conectar con la naturaleza mientras practican deportes o realizan caminatas.
Uno de los atractivos más destacados es el Vivero de Claromecó, una estación forestal de 3 mil hectáreas que incluye espacios verdes, zona de juegos, circuitos saludables y un estanque. Este parque es ideal para disfrutar de un día en familia, en medio de la naturaleza, sin alejarse demasiado de los servicios que ofrece el pueblo. Además, desde el final de la Avenida 15, comienza un circuito rural de 4,5 kilómetros que lleva a siete cascadas, las cuales son ideales para disfrutar de un paisaje impresionante y descansar en sus miradores.
Claromecó es también conocido por su ambiente tranquilo, ideal para quienes practican yoga. Muchos turistas llegan hasta aquí para realizar su saludo al sol al amanecer, una experiencia única que solo el sur de la Costa Atlántica puede ofrecer. “El amanecer y la puesta del sol en el mar son un espectáculo increíble. Claromecó es famoso por ser un destino ideal para los yoguis”, comenta Agustín Gómez Ferrari, quien dirige el Parador El Faro, uno de los establecimientos más populares del lugar.
Si bien Reta y Claromecó son populares dentro de los turistas que buscan un lugar tranquilo, Orense, con apenas 70 habitantes, es el secreto mejor guardado de la región. Este balneario se caracteriza por su extensa playa de 22 kilómetros, casi virgen, que se extiende a lo largo del mar. Su gran atractivo es el Médano 40, una duna de 40 metros de altura que ofrece una vista panorámica impresionante del mar y la costa.
Orense es un lugar ideal para aquellos que buscan paz y soledad. La pequeña villa tiene un trazado circular en torno a su plaza principal, y su ambiente relajado y seguro hace que los turistas se sientan como en casa. “Aquí, los chicos andan en bicicleta o caminando sin problemas. Las casas están siempre abiertas y se respira un ambiente de total tranquilidad”, asegura María del Carmen Quiroga, encargada de la Oficina de Turismo local.
El Arroyo Cristiano Muerto es otro de los principales atractivos naturales de Orense. Este arroyo recorre un sinuoso camino entre las dunas y es conocido como uno de los mejores lugares para pescar en la región. Además, la Gruta de la Virgen de Lourdes, una construcción hecha por los propios vecinos en forma de caracol con piedras locales, es un lugar de visita obligada.
Para quienes buscan desconectar por completo, Orense es la mejor opción, ya que sus pocos habitantes y su infraestructura sencilla permiten vivir una experiencia auténtica y sin las prisas de los destinos más turísticos.
Para llegar a Reta, Claromecó y Orense, desde la Ciudad de Buenos Aires, se debe tomar la Autopista de Cañuelas y recorrer aproximadamente 566 kilómetros por la Ruta Nacional 3 hasta llegar a Claromecó. Reta y Orense se encuentran un poco más al sur, siguiendo el mismo camino. Los viajeros que prefieran viajar en bus pueden tomar un semicama desde Retiro, cuyo costo comienza en 37 mil pesos.
En cuanto a alojamiento, las cabañas en el barrio Dunamar de Claromecó varían entre 70 mil y 160 mil pesos por día. Las casas de alquiler cuestan alrededor de 90 mil pesos por día, mientras que las viviendas con bajada directa a la playa rondan los 300 dólares por día. En Orense, los alquileres de casas varían entre 50 y 100 dólares diarios, y los campings, situados en el médano 40 y en un bosque de pinos, son una opción más económica.
La gastronomía en estos tres balnearios es variada y de excelente calidad. En Claromecó, un almuerzo en un restaurante de cocina de autor puede costar alrededor de 25 mil pesos por persona, mientras que un desayuno en el Parador El Faro tiene un precio aproximado de 8.500 pesos. Además, el costo de un parador con sombrilla en la playa varía entre 20 mil y 30 mil pesos por día.
Tres Arroyos es el refugio perfecto para quienes buscan escapar del turismo masivo y disfrutar de la naturaleza en su forma más pura. Reta, Claromecó y Orense ofrecen una combinación única de paz, belleza natural y actividades al aire libre, que hacen de estas playas una opción ideal para disfrutar del sur de la Costa Atlántica.