Por Agroempresario.com
El Gobierno nacional declaró nula la licitación para la operación de la Hidrovía Paraguay-Paraná tras la retirada de la empresa belga Jan De Nul y la presentación de una única oferta por parte de DEME. Las autoridades denunciaron presiones y maniobras que habrían perjudicado el proceso, lo que derivó en la apertura de una investigación.
Jan De Nul, actual concesionaria de la Hidrovía, emitió un comunicado dirigido a la Agencia Nacional de Puertos en el que explicó las razones de su inesperada decisión de no presentar una oferta. “Desde la publicación del llamado a licitación el 20 de noviembre de 2024, competidores han cuestionado injustificadamente los requisitos técnicos incluidos en los pliegos de la Licitación, planteando un supuesto direccionamiento que no es tal”, señaló Win Bosteels, apoderado de la firma belga.
Según la empresa, la licitación se desarrolló en un "contexto de interferencias y competencia desleal". Jan De Nul denunció que su participación se vio afectada por acusaciones infundadas y una presión constante de sectores políticos y empresariales.
Otro de los factores que llevaron a la decisión de no participar fue la ampliación del alcance de la concesión. La empresa aseguró que los nuevos requisitos, que incluyen la instalación y mantenimiento de sistemas de vigilancia y seguridad y el control de derrames, exceden el alcance tradicional del dragado y la señalización. “Este cambio no sólo implica un costo adicional significativo, sino que también requiere la subcontratación de servicios especializados”, explicaron.
Según la firma belga, si bien hicieron un esfuerzo por negociar estos términos, no encontraron la misma predisposición del otro lado. En consecuencia, decidieron no presentar una oferta hasta que el Concedente revisara la situación.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, respondió a las impugnaciones asegurando que la justicia validó la legalidad del proceso en tres instancias. Sin embargo, destacó que la licitación solo recibió una oferta formal de DEME, la misma empresa que había denunciado presuntas irregularidades antes de presentarse como único competidor.
Adorni también remarcó que, a pesar de que 11 empresas se inscribieron en el proceso y varias realizaron consultas formales e informales, ninguna presentó una oferta. Ante esta situación, el Gobierno ordenó una investigación para determinar si DEME presionó a otros competidores o si hubo una posible asociación ilícita en perjuicio del Estado y de los productores argentinos.
El director ejecutivo de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, Iñaki Arreseygor, denunció que “un grupo de vivos operó el vaciamiento de la licitación para frustrarla en desmedro de los productores argentinos, que son los principales perjudicados”. También rechazó las acusaciones de direccionamiento y cuestionó que, a pesar de estas denuncias, la única oferta presentada haya sido la de DEME.
“Desde que se lanzó la licitación, nos acusaron de que la misma estaba direccionada a favor de un operador puntual, con la clara intención de sabotear el proceso. Nos llama la atención que, en un supuesto direccionamiento, la única oferta que se haya presentado haya sido la de DEME, la cual fue la principal artífice de estas acusaciones”, afirmó Arreseygor.
La cancelación de la licitación genera incertidumbre en el sector agroexportador, que depende de la eficiencia de la Hidrovía para movilizar sus productos hacia los mercados internacionales. La falta de una definición sobre la futura concesión podría afectar la logística y encarecer los costos del comercio exterior.
Con la investigación en marcha y la necesidad de definir el futuro de la Hidrovía, el Gobierno busca alternativas para garantizar el mantenimiento y operatividad de la vía fluvial clave para la economía argentina. En tanto, el sector privado sigue de cerca los próximos pasos para determinar el impacto que esta situación podría tener en la competitividad de las exportaciones argentinas.