Por Agroempresario.com
El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, se prepara para asistir a la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20, que se celebrará en Sudáfrica a partir del 24 de febrero. Este encuentro se presenta como una oportunidad clave para fortalecer el respaldo internacional de Argentina de cara a la firma de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Caputo anticipó que el acuerdo podría concretarse en el primer cuatrimestre de 2025, marcando un hito en la relación económica entre Argentina y el organismo internacional.
La cumbre del G20 llega apenas tres semanas después de la misión del FMI en Buenos Aires, que, aunque no dio definiciones claras, dejó el compromiso de seguir trabajando con el Gobierno argentino para alcanzar un acuerdo lo más rápido posible. Según el ministro Caputo, el acuerdo está “casi cerrado” y se destaca por no implicar una devaluación, despejando dudas sobre la política cambiaria que, según la oposición, es uno de los puntos de mayor tensión.
Caputo, quien viajará hacia Sudáfrica a finales de este mes, intentará sumar apoyos dentro del G20, donde se reúnen los países con mayor peso en el directorio del FMI. Los principales actores en este espacio incluyen a Estados Unidos, que posee el 16,5% de los votos del Fondo, así como a miembros clave del G7, países europeos, y naciones asiáticas como China e India. De acuerdo con el exdirector del FMI, Claudio Loser, las relaciones con Estados Unidos y los miembros del G20 son cruciales para conseguir el respaldo necesario en el directorio del FMI, lo que podría allanar el camino hacia un acuerdo favorable para Argentina.
El ministro de Economía se ha encargado de desmentir las especulaciones que apuntaban a que el FMI exigiría un cambio abrupto en la política cambiaria de Argentina, especialmente en cuanto a la flexibilización del control cambiario. En línea con las declaraciones de Javier Milei en Davos, Caputo aseguró que un acuerdo con el FMI no significará un levantamiento inmediato del cepo cambiario, sino que más bien se tratará de un proceso gradual. Esto apunta a dar tranquilidad a los mercados y evitar una reacción negativa ante posibles ajustes en la economía.
El acuerdo con el FMI, una vez aprobado por el staff del Fondo, deberá ser ratificado por el Congreso argentino y, posteriormente, pasar por el directorio del FMI. En este último paso, el apoyo de los países del G20 podría ser determinante para asegurar los votos necesarios, especialmente en un contexto político global cambiante, con la posibilidad de un giro hacia gobiernos más conservadores en algunos de los países más influyentes, como Alemania.
En este contexto de tensiones geopolíticas y económicas, los temas que se tratarán en la cumbre del G20 de Sudáfrica también podrían ser de interés para la Argentina. Los temas más destacados incluyen la distribución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, donde Sudáfrica ha sido crítico por considerar que más del 60% de los DEG se destinan a países ricos. Este tipo de discusiones podría influir en el posicionamiento del FMI respecto a la solicitud argentina de un acuerdo favorable.
El G20 también abordará cuestiones clave como las finanzas sostenibles, la tributación internacional y la revisión de la arquitectura financiera global, un área en la que el exministro Martín Guzmán había trabajado activamente. La presencia de Caputo en este foro, por lo tanto, no solo tiene un componente económico, sino también político, al buscar fortalecer la imagen de Argentina en el contexto global.
El enfoque del G20 en temas como el financiamiento del desarrollo sostenible, la transición energética y los desafíos climáticos también tiene implicancias directas para la economía argentina, que, como otras naciones, enfrenta desafíos significativos en cuanto a infraestructura y sostenibilidad económica.
De cara al futuro, el Gobierno de Argentina sigue apostando a un acuerdo con el FMI que permita encauzar la economía sin someter a la población a sacrificios excesivos. Sin embargo, este proceso dependerá de una compleja red de negociaciones, tanto dentro de Argentina como en los foros internacionales, como el G20, donde la estrategia de Caputo busca asegurar el apoyo clave para cerrar un acuerdo que garantice la estabilidad económica y el financiamiento necesario para el desarrollo del país.