Por Agroempresario.com
En un nuevo paso hacia la desregulación del comercio exterior, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció la eliminación de la certificación electrónica obligatoria para productos importados que cuentan con estándares internacionales.
La medida, oficializada a través de la Resolución 16/25 publicada en el Boletín Oficial, deroga las resoluciones 731/87, 524/98 y 169/18, eliminando así la obligación de obtener certificaciones locales para artículos eléctricos que ya cumplen con normativas del Comité Electrotécnico Internacional (IEC).
“¡Se acabó la tortura de la certificación eléctrica!”, expresó Sturzenegger en su cuenta de X, criticando las exigencias previas que obligaban a validar en Argentina productos que ya cumplían con estándares internacionales. Como ejemplo, mencionó que hasta ahora, para importar una computadora Apple —vendida en millones de unidades en el mundo— era necesario tramitar una certificación local de seguridad eléctrica.
Con esta resolución, el Gobierno busca eliminar obstáculos burocráticos y facilitar la importación de productos eléctricos sin comprometer la seguridad del consumidor.
Sturzenegger detalló los principales cambios que introduce la medida:
El ministro también ejemplificó con el caso de una heladera de una marca líder internacional, que hasta ahora debía pasar por certificaciones nacionales, auditorías en sus plantas de origen y pruebas anuales en laboratorios argentinos.
A partir de esta decisión, Argentina reconocerá certificaciones de distintos organismos internacionales como CE (Europa), EAC (Eurasia), CCC (China), UKCA (Reino Unido), NOM (México), SEC (Chile), Inmetro (Brasil) y UL (Estados Unidos), entre otros.
Esto significa que cualquier producto que posea alguna de estas validaciones podrá ser importado y comercializado en el país sin necesidad de obtener una certificación adicional del Estado argentino.
La eliminación de la certificación eléctrica obligatoria fue celebrada por sectores vinculados al comercio y la industria, que consideran que esta medida agilizará la importación de tecnología y reducirá costos operativos.
Según fuentes del sector, este tipo de regulaciones generaban trabas innecesarias para la entrada de productos de última generación, encareciendo su comercialización y afectando la competitividad de empresas y consumidores.
En este sentido, Sturzenegger felicitó a Esteban Marzorati, titular de la Secretaría de Comercio, por su rol en la implementación de esta reforma. “Seguimos derribando las barreras que se erigieron durante tantos años”, destacó el funcionario.
Con esta decisión, el Gobierno reafirma su compromiso con la modernización del comercio exterior, alineando las regulaciones locales con estándares internacionales y eliminando requisitos que ralentizaba el proceso de importación sin aportar mejoras en seguridad.