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Por Agroempresario.com
A menudo, las historias de quienes alcanzan el éxito parecen de otro mundo. Y cuando se habla de Lucas Daniele, esa sensación no se desvanece. Desde su infancia en Maipú, Mendoza, hasta llegar a diseñar para uno de los artistas más influyentes del planeta, su camino en la arquitectura ha sido un recorrido marcado por la pasión, el talento y una visión única que lo ha llevado de la Argentina a España, pasando por Los Ángeles y Wyoming. Hoy, con 36 años, su nombre resuena en los círculos más exclusivos del diseño mundial, y su último logro, ser destacado en Architectural Digest, refleja el reconocimiento que ha ganado a pulso.
Lucas creció en un hogar modesto, hijo de un chofer de micros y una ama de casa. En su Maipú natal, donde los viñedos y olivos eran los principales compañeros de juego, Lucas desarrolló un amor por el diseño desde una edad temprana. "Pasaba horas creando cosas pequeñas con madera y papel. Lámparas, flores secas… y luego las vendía", recuerda. Su talento, aunque no del todo reconocido por él en ese entonces, estaba en constante desarrollo.
A pesar de no tener claridad sobre su futuro, Lucas sentía una extraña atracción por los espacios. "Cada vez que entraba a un lugar, inmediatamente pensaba en cómo podría modificarlo", dice. Fue esa sensibilidad ante el espacio la que, muchos años después, lo convertiría en un arquitecto internacionalmente reconocido. El giro hacia la arquitectura llegó por accidente cuando acompañó a una amiga a inscribirse en la carrera. "Ahí fue cuando me di cuenta de que todo cobraba sentido", asegura.
La carrera de arquitectura no era sencilla para Lucas. La Universidad de Mendoza, donde se dictaba la carrera, era privada y sus padres no podían costearla. "Empecé a trabajar en la panadería de mis tíos para poder pagarla", recuerda. Los años de esfuerzo fueron largos, pero Lucas nunca perdió la motivación. Entre la universidad, el trabajo y los estudios, regresó en 2015 con un proyecto muy especial: el "Pabellón del alma", un espacio dedicado a aquellos artistas que habían perdido su creatividad.
La vida de Lucas daba señales claras de que estaba destinado a dejar su huella en el mundo de la arquitectura.
En 2017, recién graduado, Lucas decidió cumplir un viejo sueño de juventud: viajar y conocer el mundo. Junto a su amiga Florencia Rosales, se trasladó a España, donde realizó un máster en Arquitectura e Innovación. Tras terminarlo, mientras su amiga regresaba a la Argentina, Lucas decidió quedarse. "Me quedé por amor", confiesa entre risas.
En sus primeros años en España, Lucas trabajó en varios estudios de arquitectura y en inmobiliarias. La experiencia lo enriqueció, permitiéndole ver cómo se abordaban los proyectos en Europa. "La forma de trabajar era completamente diferente, y eso me permitió evolucionar como profesional", dice.
Poco después, dio el salto y decidió empezar a trabajar por su cuenta. Y fue en ese preciso momento cuando la oportunidad que cambiaría su vida se presentó. En 2019, junto a su socio Mauro Sansoni, fue convocado para participar en el diseño del rancho de Kanye West y Kim Kardashian en Cody, Wyoming.
"Cuando recibimos el primer mensaje, pensábamos que era una broma", relata Lucas. El contacto se dio a través del arquitecto Claudio Silvestrin, quien había visto uno de sus proyectos en una plataforma de arquitectura. Tras unas llamadas y un mensaje directo de Kanye West, la magnitud del proyecto quedó clara: diseñar una mansión y un complejo de producción artística y empresarial en Wyoming.
El proyecto no solo incluía una mansión; Kanye West había adquirido un rancho imponente con la intención de crear un espacio creativo que engloba su vida profesional y personal. Lucas y Mauro dejaron de lado otros compromisos y viajaron a Wyoming para trabajar en lo que sería uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera.
Durante dos viajes a Cody, los arquitectos mendocinos se sumergieron en la creación de "La casa de los elementos", un diseño innovador y minimalista que refleja la conexión con la naturaleza. Trabajaron junto a otros estudios de renombre, y la experiencia les permitió aprender de figuras como Axel Vervoordt, uno de los diseñadores más prestigiosos de Europa. "Fue un honor y una oportunidad única", comenta Lucas.
Pero el camino de Lucas no terminó con el proyecto de Kanye West. En febrero de 2025, su nombre volvió a resonar en los medios cuando Architectural Digest España y Architectural Digest Alemania publicaron un artículo sobre su trabajo. El artículo, titulado "La mansión de Kim Kardashian y esta casa minimalista con suelos y techos recuperados en Valencia tienen algo en común: el arquitecto de una reforma asombrosa", destaca una de sus remodelaciones de un antiguo piso en Valencia.
Este reconocimiento en la revista de arquitectura más prestigiosa de Europa es solo uno de los muchos que ha recibido Lucas en los últimos años. "Es un logro que me llena de orgullo y felicidad. Todo el sacrificio ha valido la pena", comenta el arquitecto. Pero, a pesar de su éxito, Lucas sigue siendo humilde y reconoce que la clave es mantener los pies sobre la tierra, ya que, en la arquitectura y en la vida, los años de éxito y de sequía pueden alternarse.
Hoy, Lucas sigue trabajando en varios proyectos en Valencia y Barcelona. Uno de los más importantes es la construcción de dos casas en su Mendoza natal, una de las cuales está en pleno proceso de construcción. "Nunca dejé de diseñar para Mendoza. Me apasiona crear en mi ciudad", afirma.
En su enfoque de diseño, Lucas evita el minimalismo frío. En lugar de eso, busca la esencia de los espacios, priorizando la conexión emocional con el entorno. "Mi estilo es crear espacios donde se pueda generar calma y tranquilidad", dice. A pesar de los elogios, se mantiene firme en su filosofía de humildad y trabajo constante.
A lo largo de su carrera, Lucas ha aprendido que solo se necesita una oportunidad para cambiar el rumbo de la vida. "Solo hace falta una oportunidad para cambiarlo todo, pero hay que estar preparado para aprovecharla", concluyó.
A sus 36 años, Lucas Daniele se ha convertido en un referente en el mundo de la arquitectura, y su historia es un testimonio del poder de la perseverancia, la creatividad y la disposición a aprovechar las oportunidades que la vida ofrece. Hoy, con proyectos en curso en Mendoza, Valencia y Barcelona, sigue demostrando que con trabajo y pasión, cualquier sueño es posible.
