Por Agroempresario.com
El gobierno de Claudia Sheinbaum abrió un canal de diálogo con la administración de Donald Trump para suspender la aplicación de los aranceles impuestos por la Casa Blanca a México, con la intención de frenar el constante tráfico ilegal de fentanilo hacia Estados Unidos.
Se trata de una carrera política contrarreloj: a partir del 4 de marzo, si la Casa Blanca no revierte su postura, Estados Unidos aplicará un arancel del 25 % a todas las importaciones mexicanas.
“No podemos permitir que este azote continúe dañando a los Estados Unidos y, por lo tanto, hasta que no se detenga o sea limitado de manera seria, los propuestos ARANCELES programados para entrar en vigor el CUATRO DE MARZO, entrarán, por supuesto, en vigor como estaba previsto”, posteó Trump en su red social Truth.
Cuando el presidente de EE.UU. menciona la palabra "azote", se refiere al tráfico de fentanilo, una droga sintética producida con precursores químicos de origen chino y operada por carteles mexicanos.
En este contexto, Trump estableció una ecuación política: si Sheinbaum quiere evitar los aranceles, debe reducir significativamente el contrabando de fentanilo.
El canal de negociación con la Casa Blanca, ordenado por Sheinbaum, se sostiene sobre una serie de encuentros clave en Washington. Marco Rubio, secretario de Estado, y Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Trump para América Latina, se reunieron con el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
En el cónclave se discutieron los esfuerzos que México está realizando para reducir el tráfico de fentanilo y se delineó una hoja de ruta con objetivos concretos para combatir a los carteles responsables de su comercialización.
“Fue una reunión muy importante en la que se establecieron metas precisas para la lucha contra la distribución del fentanilo”, explicó Claver-Carone. “México está dando gestos importantes y esto es muy valorado por el gobierno”, agregó.
Los “gestos importantes” a los que hace referencia Claver-Carone incluyen la extradición a Estados Unidos de Rafael Caro Quintero, cofundador del Cártel de Guadalajara, y de los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, líderes de Los Zetas. Estas decisiones fueron bien recibidas en la Casa Blanca.
En paralelo, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, mantuvo una conversación con Rodrigo Ramírez de la O, secretario de Hacienda de México. En esta reunión se analizó el impacto negativo que los aranceles podrían tener en la balanza comercial entre ambos países.
En el Departamento de Estado y en la Secretaría del Tesoro, las conversaciones con el gabinete de Sheinbaum dejaron una impresión positiva. Sin embargo, esto no garantiza que Trump revierta la medida.
“Nos fue bien en las reuniones con Rubio y Bessent, lo que nos da argumentos para pedir la suspensión de los aranceles”, explicó un funcionario clave del gobierno mexicano. Pero advirtió: “Con Trump no funciona así. Él decide solo”.
La estrategia de Sheinbaum es lograr una conversación directa con Trump antes del 4 de marzo para negociar la suspensión de los aranceles. La presidenta mexicana considera que está cumpliendo con las exigencias del republicano y que los encuentros de sus funcionarios en Washington sirvieron para demostrar su compromiso con la lucha contra el tráfico de fentanilo.
“Esperamos poder hablar con el presidente Trump y llegar a un acuerdo”, afirmó Sheinbaum.
En Washington no se descarta un posible diálogo entre Trump y Sheinbaum antes de la fecha límite. La posibilidad de evitar los aranceles aún está sobre la mesa, pero todo dependerá de la respuesta del mandatario estadounidense en los próximos días.