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Por Agroempresario.com
El cierre de la Estación Experimental Agropecuaria Área Metropolitana de Buenos Aires (EEA AMBA) del INTA, una medida dispuesta por el consejo directivo del organismo, ha generado gran preocupación entre los productores avícolas de la agricultura familiar, especialmente en los 39 municipios y la Ciudad de Buenos Aires que dependen de su apoyo técnico. La reestructuración impulsada por la dirección del INTA, integrada por representantes del agro y de la Secretaría de Agricultura, afectará gravemente a cerca de 70.000 pequeños productores que confían en los programas de asistencia y capacitación del organismo.
El sector avícola de la agricultura familiar es uno de los más perjudicados por esta decisión, ya que el INTA ha sido clave para el crecimiento de los productores mediante su apoyo técnico, especialmente en la cría de pollitos camperos y patos. Roberto Mirabara, productor avícola de pollos de pastoreo, destacó que el cierre de las estaciones experimentales del INTA y la reducción de su personal afectarán el acompañamiento que los productores reciben para desarrollar nuevas tecnologías y mantener la calidad de sus productos. "El INTA nos hizo crecer como productores, y al desarmar este organismo, se va a generar mayor pobreza en el AMBA. Estas estaciones experimentales son generadoras de empleo directo", señaló Mirabara.
El productor avícola trabaja con un programa que promueve la cría de pollitos pamperos con genética desarrollada por los técnicos del INTA, lo que le ha permitido optimizar la producción. Sin embargo, la eliminación de la asistencia técnica significará un retroceso en su capacidad de continuar con la actividad. Aseguró que el costo de contratar asesoramiento privado es insostenible, ya que los gastos asociados a la energía eléctrica, el alquiler de la tierra y otros insumos son elevados.
La agricultura familiar, que incluye a los pequeños productores avícolas, depende en gran medida de los programas de investigación y desarrollo del INTA. Estos programas ofrecen apoyo en áreas clave como la genética, la nutrición animal, el control de enfermedades y la mejora de las prácticas productivas. La pérdida de esta asistencia técnica no solo afectará la calidad de los productos, sino que también pondrá en riesgo la viabilidad de muchas pequeñas explotaciones familiares.
Mirabara explicó que los productores avícolas abastecen sus granjas con pollos camperos, patos y pavos híbridos, todos ellos con genética avanzada proporcionada por el INTA. "Los genetistas que trabajan en el INTA nos proporcionan herramientas fundamentales para mejorar nuestra producción. El INTA no puede desaparecer, y sus agencias del AMBA tampoco pueden ser eliminadas", manifestó el productor, quien además subrayó la importancia de las agencias de La Plata, San Vicente, Lomas de Zamora, Ituzaingó, Castelar, General Rodríguez y Moreno en el desarrollo de la avicultura en la región.
La crisis también afecta a los productores de patos, como Cristian Coronel, quien, junto a tres socios, cría y explota patos para carne en La Plata. Coronel explicó que, durante la pandemia, la situación de los productores avícolas se complicó cuando los restaurantes tuvieron que cerrar, lo que afectó la demanda de sus productos. Ante esta situación, los productores se vieron obligados a recurrir a la ayuda del INTA para encontrar alternativas y adaptarse a un mercado cambiante. “Nos apoyamos en los programas del INTA para no caer en la crisis y seguir adelante. Fue un golpe muy duro, pero con la ayuda del organismo, pudimos retomar la actividad", destacó Coronel.
Durante este proceso, los asesores del INTA fueron fundamentales al sugerirles que ingresaran en programas de asistencia para evitar el colapso. Además, subrayó la importancia de la investigación y la experimentación que el INTA realiza para ayudar a los productores a adaptarse a las condiciones del mercado y mejorar la eficiencia de sus procesos productivos.
El cierre de las estaciones experimentales y agencias del INTA no solo reducirán la asistencia técnica a los productores, sino que también afectará la investigación y la experimentación en la región. Según los productores, la eliminación de estos centros de investigación y desarrollo provocará que muchas zonas queden sin ensayos de cultivos, pruebas de maquinaria y métodos para combatir plagas, lo que afectará gravemente la productividad de la región.
Los productores advirtieron que, sin el respaldo del INTA, la agricultura familiar en el AMBA se verá condenada a la desprofesionalización, aumentando la precariedad laboral y reduciendo las oportunidades de empleo en la región. "Los cambios en el INTA no solo afectan a los productores que reciben su apoyo, sino a toda una región productiva. Nadie va a comenzar a investigar en su propia región, y esto dejará a los pequeños productores sin las herramientas necesarias para adaptarse a los desafíos del mercado", expresó Coronel.
El sector de la agricultura familiar, que es fundamental para la economía de muchas regiones del país, enfrenta desafíos adicionales en un contexto de reestructuración del INTA. La falta de apoyo institucional y técnico puede poner en peligro la estabilidad de muchos productores que, a pesar de las dificultades, han logrado mantenerse en el mercado gracias al respaldo del organismo.
Mirabara y Coronel coinciden en que, sin el apoyo del INTA, las pequeñas explotaciones avícolas no podrán competir con las grandes industrias que cuentan con recursos y tecnología de última generación. La eliminación de las estaciones experimentales y la reestructuración del personal afectarán directamente a la capacidad de los productores para mejorar sus prácticas y aumentar su competitividad.
