Por Agroempresario.com
La producción de almendros en Catamarca ha ido en aumento en la última década, gracias al interés de los productores locales que cultivan desde pequeñas hasta medianas hectáreas de este producto. Sin embargo, el clima de la región, con inviernos cada vez más cálidos, presenta un desafío para la adaptación de los cultivares de almendros, que requieren un número específico de horas de frío para garantizar su desarrollo adecuado.
Con el fin de abordar esta problemática, un equipo del INTA Catamarca, en colaboración con la Universidad de Washington, lleva adelante un estudio que tiene como objetivo determinar los requerimientos térmicos de distintos cultivares de almendros en la provincia. La investigación se centra en la identificación de las horas de frío y los grados de calor necesarios para los procesos de brotación y floración de ocho variedades de almendros que se cultivan en la región.
Nadia Valverdi, investigadora del INTA Catamarca, comentó que el estudio pretende "asesorar a los productores locales para que puedan elegir el cultivar adecuado según las condiciones climáticas de la zona, lo que optimizaría el rendimiento de la producción". Además, resaltó la importancia de ajustar las técnicas de manejo en los cultivos ya establecidos, lo cual es esencial cuando las condiciones climáticas no cumplen con los requisitos naturales de frío para cada variedad.
El departamento de Andalgalá es el principal productor de almendros en Catamarca, donde los cultivos han ido incrementando en superficie. De acuerdo con el censo agropecuario de 2018, existen actualmente seis unidades productivas de pequeños productores, junto con un emprendimiento de un productor mediano que tiene 35 hectáreas sembradas con cultivares como ‘Marinada’, ‘Penta’ y ‘Guara’. A pesar de ser una actividad joven, la producción de almendros en esta provincia tiene un alto potencial de expansión.
Cada cultivar de almendro presenta diferencias morfológicas y fenológicas, lo que implica que sus requerimientos térmicos varíen. Algunos cultivares tienen una temporada vegetativa más larga y son más susceptibles a las heladas tardías, mientras que otros tienen un ciclo más corto, lo que los protege de las heladas pero no siempre se adaptan bien si las horas de frío no son suficientes.
Entre los cultivares estudiados, el ‘Marinada’ es uno de los que requiere menos frío y se adapta bien a las regiones con inviernos moderados, aunque puede ser más vulnerable a las heladas tardías. Por su parte, cultivares con requerimientos intermedios de frío, como ‘Lauranne’ y ‘Makako’, demostraron un crecimiento más lento pero adecuado con temperaturas moderadas. En cambio, cultivares como ‘Vairo’, ‘Esperanza’ y ‘Penta’, que necesitan más horas de frío, no son recomendables para regiones con inviernos suaves.
Este estudio subraya la importancia de comprender los requerimientos térmicos de los almendros para asegurar una producción óptima en áreas donde este cultivo está comenzando a ganar interés. En ese sentido, Valverdi expresó: "Con esta información, podemos ofrecer a los productores las herramientas necesarias para adaptar sus cultivos y mejorar el rendimiento de sus cosechas, ajustando las técnicas de manejo y la elección de los cultivares según las condiciones climáticas de cada zona".
Este tipo de investigaciones se presenta como una respuesta a los desafíos climáticos actuales, contribuyendo a mejorar la competitividad de la producción de almendros en Catamarca y en otras regiones del país. La adaptación a las condiciones térmicas locales no solo es clave para asegurar la productividad de los cultivos, sino también para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la actividad en el contexto de un cambio climático global.