Por Agroempresario.com
Un proyecto de ley busca implementar la trazabilidad en la pesca para que los consumidores tengan acceso a información detallada sobre los productos pesqueros, desde su origen hasta su llegada a los comercios. Esta medida apunta a mejorar la seguridad alimentaria, garantizar prácticas pesqueras sostenibles y erradicar la pesca ilegal.
La trazabilidad implica un sistema que permite rastrear y verificar el recorrido del pescado, asegurando que provenga de fuentes reguladas y cumpla con normativas de sostenibilidad. Este control es fundamental para ofrecer productos seguros y fomentar una industria más transparente.
“La trazabilidad es clave para dar información a los consumidores. Muchas veces no saben lo que están comiendo y pueden estar adquiriendo especies en riesgo o sin regulación”, explicó Consuelo Bilbao, directora política de Círculo de Políticas Ambientales.
Además, esta iniciativa busca combatir la pesca ilegal y garantizar que los buques regulados operen dentro de los estándares exigidos. “Este sistema permite conocer el proceso del pescado desde el mar hasta el plato, promoviendo decisiones informadas y responsables en los consumidores”, agregó Bilbao.
A nivel mundial, crece la tendencia de los consumidores a exigir mayor información sobre el origen de los alimentos. “Cada vez más personas quieren saber de dónde proviene lo que consumen y cuál es su impacto ambiental”, sostuvo Bilbao.
Sin embargo, en Argentina el consumo de pescado sigue siendo bajo en comparación con la media mundial: 5 kilos por persona al año frente a los 25 kilos de promedio global. Implementar un sistema de trazabilidad podría impulsar la confianza del consumidor y fomentar un mayor consumo de productos pesqueros.
La FAO, en su informe “El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2024”, advirtió sobre la falta de trazabilidad en muchas cadenas de valor pesqueras. “La mayoría de los productos carecen de un sistema confiable que respalde plenamente su calidad, seguridad y sostenibilidad”, señala el informe.
Además, la FAO alertó sobre riesgos asociados al consumo de pescado, como la presencia de dioxinas y metilmercurio, lo que refuerza la necesidad de mecanismos de control eficientes.
Argentina exporta el 90% de sus productos pesqueros, y mercados como la Unión Europea, Japón y Estados Unidos están aumentando sus exigencias sobre la trazabilidad. En 2023, el país registró una producción de aproximadamente 800.000 toneladas de productos pesqueros, incluyendo pesca marítima, continental y acuicultura.
Desde el Círculo de Políticas Ambientales subrayaron la importancia de mejorar las prácticas pesqueras, reducir la sobreexplotación y aumentar la transparencia en la actividad.
En los últimos años, se han presentado diversas iniciativas en el Congreso para regular la trazabilidad pesquera, pero aún no han sido debatidas en profundidad. “Tienen estado parlamentario. Necesitamos una ley nacional de trazabilidad y este año sería fundamental que se discuta”, concluyó Bilbao.
La aprobación de esta normativa no solo beneficiaría a los consumidores y al ambiente, sino que también fortalecería la industria pesquera argentina en los mercados internacionales.