Por Agroempresario.com
Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium, empresa líder en la producción de acero y controlada por el conglomerado Techint, dio un fuerte golpe sobre la mesa al referirse a los costos impositivos que enfrentan las grandes industrias en la Argentina. En una entrevista reciente, Berardi advirtió sobre el impacto negativo de las altas tasas municipales, que, en el caso de su planta en el partido bonaerense de Ramallo, aumentaron casi un 100% en el último año. Esta situación genera una carga impositiva que, según él, pone en peligro la competitividad de las empresas argentinas.
El directivo explicó que, en abril de 2025, Ternium deberá pagar $330.000 mensuales por empleado en concepto de tasa de seguridad e higiene, lo que implicará un desembolso mensual de $1155 millones, es decir, más de US$14 millones anuales solo por esta tasa. "Es una cosa de locos", expresó Berardi, quien destacó que esta cifra se ha duplicado en comparación con diciembre de 2024, cuando la tasa era de $172.000 por persona.
"Tenemos que trabajar en eficiencia interna e inversión en tecnología, pero fuera de nuestra empresa, tenemos que bajar la carga impositiva. Los impuestos distorsivos, como esta tasa, son una locura. En 2024, Ternium Argentina pagó US$70 millones entre tasa de seguridad e higiene, Ingresos Brutos y el impuesto al cheque, mucho más de lo que hubiésemos pagado en Brasil o en México. En un año bueno, estos tres impuestos suman más de US$100 millones, lo que atenta contra la competitividad del país", afirmó Berardi, quien insistió en la urgencia de una reforma impositiva.
El ejecutivo de Techint advirtió que la Argentina corre el riesgo de perder su competitividad a nivel global si no se implementan cambios estructurales en el sistema tributario. "La competitividad de un país no se puede lograr solo con devaluaciones, hay que bajar los impuestos lo antes posible. Si no lo hacemos, la Argentina no será competitiva y se verá forzada a vender productos primarios, sin ningún tipo de industria", subrayó.
El reclamo de Berardi se enmarca dentro de un contexto económico complejo, donde las empresas enfrentan altos costos fiscales y una carga impositiva cada vez más difícil de soportar. De acuerdo con un relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA), en diciembre de 2024, las compañías reportaron que realizan en promedio siete pagos por tasas municipales al mes. Además, un 81% de las empresas del sector industrial han denunciado la falta de contraprestación por parte de los municipios, lo que agrava aún más la situación.
El impacto de estas tasas se extiende más allá de los límites locales, afectando la competitividad de las industrias y generando una creciente preocupación en el sector privado. "Las tasas municipales son una de las principales fuentes de ingresos para los intendentes del interior, pero si no se ofrecen servicios adecuados a cambio, estamos ante un problema serio", advirtió Berardi.
A pesar de estas dificultades, el presidente de Ternium manifestó que, en general, el clima en la industria parece más positivo que en el año anterior. "Hay una pequeña reactivación. Solo de recorrer los stands de los clientes en Expoagro noté un ambiente mucho más positivo que el año pasado. La cosecha gruesa viene bien, la siembra de la fina comenzará pronto y ya se están vendiendo algunos equipos para siembra", explicó.
Berardi destacó que, si bien el sector agrícola se encuentra en un proceso de transición, los pronósticos para 2025 son más optimistas que los del año pasado. "La industria debería rebotar positivamente si la cosecha sigue bien, y eso tendrá un impacto directo en la actividad industrial. Aún así, debemos ser realistas: la recuperación será gradual", señaló.
En términos de la actividad de su propia empresa, Berardi explicó que Ternium experimentó una caída del 24% en despachos de productos en 2024. Sin embargo, para 2025 la compañía espera un aumento del 20%, aunque aún por debajo de los niveles de 2023. "La recuperación está ligada a un aumento en las exportaciones, especialmente en los sectores de minería, agroindustria y energía. Pero, lamentablemente, la inversión no está llegando al ritmo que debería", dijo.
La proyección inicial de Ternium era que la recuperación llegaría para marzo, pero ahora estiman que se concretará a partir de abril. "El problema está en el sector de la construcción, que es donde va la mitad de nuestra demanda. La construcción sigue muy lenta, con precios elevados por metro cuadrado, y se necesita un ajuste", apuntó Berardi. Asimismo, destacó que el crédito sigue siendo escaso y la obra pública está por debajo de las expectativas, lo que retrasa la recuperación en este sector clave.
En cuanto a los factores externos que afectan a la Argentina, Berardi también se refirió al impacto de la política comercial internacional, especialmente la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Según el ejecutivo, esta disputa está cambiando las dinámicas globales de comercio y generando incertidumbre en todo el mundo.
"Trump ha desatado una guerra comercial en la que pega primero y negocia después. La lógica es que Europa y América son aliados naturales de Estados Unidos, pero el problema real de Trump está con el sudeste asiático, donde muchos empleos industriales fueron deslocalizados. Lo que está haciendo es tratar de traer esos empleos de vuelta a los Estados Unidos", explicó.
Berardi advirtió que, aunque las turbulencias en el comercio global son una preocupación, podrían generarse oportunidades para Latinoamérica en el futuro. "Lo que más preocupa es el cambio en los flujos de comercio globales. Si Europa y Estados Unidos bloquean a China, los excedentes de productos en China se desplazarán por todo el mundo, lo que podría abrir nuevas oportunidades para la región", sostuvo.
Sin embargo, subrayó que la Argentina necesita abrirse al mundo de manera inteligente y estratégica. "No podemos cerrarnos. La apertura irrestricta genera muchos problemas, especialmente en una guerra comercial como la actual. La única forma de prosperar es mediante una apertura inteligente, con acuerdos comerciales con Estados Unidos, Europa y el Mercosur, controlando al mismo tiempo la invasión de productos chinos", concluyó.