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Por Agroempresario.com
Chascomús, una ciudad que combina la serenidad de sus paisajes naturales con una rica historia, se ha convertido en uno de los destinos más buscados para quienes buscan un escape rápido y rejuvenecedor. Ubicada a solo 120 kilómetros de Buenos Aires, es un lugar ideal para disfrutar de un fin de semana completo, rodeado de historia, arquitectura y naturaleza.
La ciudad es reconocida principalmente por su hermosa laguna, que ofrece un sinfín de actividades acuáticas y paseos en medio del paisaje pampeano. Sin embargo, el atractivo de Chascomús va más allá de sus aguas. La ciudad, con una historia que supera los dos siglos, cuenta con diversos monumentos y edificios históricos que cuentan las historias de tiempos pasados. Uno de los ejemplos más representativos de su arquitectura es el Palacio Municipal, diseñado por el arquitecto Francisco Salamone en 1939. Este edificio de estilo neocolonial se alza como un emblema arquitectónico de la ciudad, destacando por su imponente estructura y la perfecta integración con el entorno urbano.
El gran atractivo natural de la ciudad es, sin lugar a dudas, la Laguna de Chascomús. Esta laguna forma parte del sistema de Lagunas Encadenadas del río Salado y ofrece una gran variedad de actividades para los turistas. Se puede caminar o andar en bicicleta por el Camino de la Circunvalación, un recorrido de 30 kilómetros que rodea la laguna, o disfrutar de deportes acuáticos como kayakismo, kitesurf, paddle surf y pesca deportiva. La laguna, con sus playas y parques, es también un sitio ideal para relajarse y conectarse con la naturaleza.
Caminando por las calles adoquinadas del centro de Chascomús, se llega rápidamente a la Plaza Independencia, un lugar cargado de historia. Esta plaza fue construida sobre el antiguo Fortín de San Juan Bautista, que data de 1779, y hoy alberga algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Entre ellos se destacan la Catedral Nuestra Señora de la Merced, el Palacio Municipal y la Casa-Museo de Raúl Alfonsín, un homenaje a uno de los vecinos más ilustres de la ciudad.
Chascomús también es hogar de la Casa de Vicente Casco, un edificio construido en 1831 que posee una rica historia. Esta casa fue levantada después de una tragedia familiar, cuando un malón raptó a uno de los hijos de Casco. El propietario, que vivía con su esposa y 15 hijos, retiraba la escalera cada noche para evitar que los malhechores accedieran a la casa. La casa conserva su estructura original, incluyendo la gran cocina y los patios llenos de magnolias, lo que le otorga un aire de nostalgia.
Un aspecto único de Chascomús es su enfoque en la conservación y cría del pejerrey, una especie autóctona que se cría en la laguna. La Estación Hidrobiológica Chascomús, ubicada estratégicamente frente a la laguna, es uno de los principales centros de investigación sobre la cría y repoblación del pejerrey. Este lugar ofrece una experiencia inmersiva en el mundo de la acuicultura, donde los visitantes pueden ver cómo se incuban los huevos de pejerrey y observar el proceso de desarrollo de las larvas en una sala de interpretación moderna, con grandes peceras llenas de los peces en diversas etapas de su vida.
Los recorridos son guiados por investigadores y especialistas que explican con pasión el proceso de reproducción y cría del pejerrey, una especie clave no solo para Chascomús, sino para otros rincones de la provincia de Buenos Aires. La visita, que es libre y gratuita, permite a los turistas conocer los secretos de la cría y la importancia de la conservación de los ecosistemas lacustres en la región.
Chascomús también es hogar de diversos museos que muestran la riqueza histórica y cultural de la región. El Museo Pampeano, ubicado frente al Parque Libres del Sur, es una réplica de la Quinta Pueyrredón de San Isidro y exhibe una serie de objetos arqueológicos y piezas de la historia local, entre ellas herramientas y objetos pertenecientes a las primeras familias de la ciudad. Además, el Centro Cultural Vieja Estación y el Museo Ferroviario, ubicado en la antigua estación de tren, ofrecen un viaje en el tiempo con exposiciones sobre el ferrocarril y su importancia en el desarrollo de la ciudad.
A lo largo del recorrido, no puede faltar una visita a la Capilla de los Negros, construida en 1862 por esclavos liberados. Esta capilla, que fue un lugar de reunión y expresión religiosa para los esclavos, es hoy un Monumento Histórico Nacional y forma parte de la Ruta de los Esclavos de la Unesco desde 2010. Este sitio es un reflejo de la historia cultural y social de la región y un testimonio del legado de los afroargentinos en la provincia.
Chascomús, con su combinación de historia, naturaleza y actividades al aire libre, es sin lugar a dudas uno de los destinos más completos para una escapada de fin de semana. Desde su impresionante laguna hasta sus edificios históricos, pasando por la fascinante Estación Hidrobiológica y su rica oferta cultural, la ciudad ofrece una experiencia única para todos los gustos y edades. Con su cercanía a Buenos Aires y su ambiente relajado, es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer.
