Por Agroempresario.com
Argentina ha alcanzado un lugar destacado en el consumo global de huevos, situándose como el segundo mayor consumidor del mundo, solo detrás de México. En 2024, el consumo promedio per cápita fue de 363 unidades al año, lo que refleja un notable incremento respecto a años anteriores. Este crecimiento se debe en parte a un cambio en los hábitos de los consumidores, quienes han adoptado al huevo como un alimento versátil, económico y saludable.
En los últimos años, Argentina ha experimentado un auge en el consumo de huevos. En 2002, el promedio per cápita era de 127 unidades, mientras que para 2017 ya había alcanzado las 291. Este crecimiento ha sido constante, y en 2024, el país se encuentra consumiendo un promedio de 23,5 kilogramos de huevo por persona al año. Este cambio ha sido respaldado por estudios que desmitifican los mitos sobre la salud del huevo y su incorporación en dietas equilibradas.
A nivel de producción, Argentina también ha mostrado un desempeño positivo. En 2024, la producción de huevos alcanzó los 17.432 millones, lo que representa un incremento del 10,28% con respecto al año anterior. Este crecimiento está vinculado al aumento del 8,64% en el parque productivo, que pasó de 53,1 millones de aves en postura en 2023 a 57,7 millones en 2024. La industria avícola argentina genera más de 32.000 empleos y está distribuida a lo largo de 18 provincias, con Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Mendoza destacándose como los principales centros productivos.
A pesar de los desafíos económicos internacionales, el sector exportador ha mostrado un crecimiento del 15% en los volúmenes enviados al exterior. Sin embargo, las divisas generadas disminuyeron un 7,76%, lo que refleja las dificultades para acceder a nuevos mercados. A pesar de esto, la industria argentina tiene un gran potencial de expansión, especialmente en un contexto global donde la escasez de huevos en Estados Unidos podría abrir nuevas oportunidades de exportación.
El futuro del sector avícola en Argentina parece prometedor, tanto por su fuerte consumo interno como por el potencial de crecimiento en mercados internacionales.