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Por Agroempresario.com
El mercado de la carne vacuna enfrenta un panorama global complejo, marcado por tensiones comerciales y una oferta ajustada. Sin embargo, para Sudamérica, este escenario podría ser una oportunidad para fortalecer su posicionamiento en el comercio internacional de carne, según un análisis realizado por el mercado ganadero de Rosario (Rosgan), basado en el primer informe trimestral de 2025 elaborado por el Departamento de Research del Rabobank.
El informe detalla un escenario ajustado para la producción global de carne vacuna. Se proyecta que en el primer trimestre de 2025 la producción de carne vacuna disminuirá un 2% en comparación con el mismo período del año pasado, con una caída adicional del 3% en el segundo trimestre. Este descenso de la producción, que supera las previsiones iniciales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), se debe a una creciente demanda mundial, especialmente de China, frente a una oferta que no ha logrado expandirse a la misma velocidad.
En los últimos años, la creciente demanda de carne vacuna, especialmente impulsada por China, ha llevado a los principales productores a priorizar las exportaciones sobre la producción interna. Esto ha generado una presión sobre los rodeos ganaderos, especialmente en Sudamérica, donde Brasil, Argentina y Uruguay han tenido que forzar sus saldos exportables para satisfacer la demanda internacional.
En 2024, estos tres países representaron el 76% de las importaciones totales de carne vacuna de China, un porcentaje significativamente mayor que el de años anteriores. Esta tendencia demuestra el creciente dominio de Sudamérica en el mercado mundial, y en particular en el suministro para el gigante asiático. Sin embargo, el mercado no se limita solo a China. En los últimos años, Estados Unidos ha incrementado sus importaciones de carne vacuna debido a una caída constante en su stock ganadero, resultado de la sequía que ha afectado su producción interna.
Según el informe del USDA, se proyecta que las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos superarán los 2 millones de toneladas en 2025, lo que representa una oportunidad para los exportadores de carne de Sudamérica. La creciente dependencia de Estados Unidos de las importaciones puede permitir a Brasil, Argentina y Uruguay acceder a un mercado más amplio y diversificado, más allá de los vaivenes de la relación comercial con China.
Las tensiones comerciales globales también están afectando el comercio de carne vacuna. La reciente implementación de aranceles adicionales por parte de Estados Unidos a productos chinos, incluidos los de la industria cárnica, y la respuesta inmediata de China, han aumentado la incertidumbre en el mercado. A esta situación se suma la posibilidad de que Estados Unidos imponga un arancel del 25% a las importaciones de la Unión Europea, lo que podría desencadenar represalias comerciales a nivel global.
A pesar de este escenario tenso, el mercado de la carne vacuna podría beneficiarse de una reconfiguración del comercio internacional. Los productores sudamericanos, especialmente Brasil y Argentina, tienen la posibilidad de posicionarse como actores clave, aprovechando la debilidad de otros mercados exportadores como Estados Unidos y la Unión Europea.
A pesar de las dificultades internas y los problemas de competitividad, los países de Sudamérica siguen mostrando un crecimiento sostenido en sus exportaciones. Brasil, en particular, se destaca como un líder global en la exportación de carne vacuna. De acuerdo con las últimas proyecciones, las exportaciones de carne de Brasil alcanzarán un récord de 3,88 millones de toneladas en 2025, superando las 3,6 millones previstas en 2024. Este crecimiento se traducirá en un incremento en la participación del país en el mercado mundial, que podría alcanzar el 44% de las exportaciones globales de carne vacuna.
Por su parte, Argentina también ha logrado un incremento significativo en sus exportaciones, con un crecimiento del 10% en 2024 respecto al año anterior. El total exportado por Argentina en 2024 alcanzó las 935.000 toneladas, lo que representa un nuevo récord para el país. Las perspectivas para 2025 son positivas, con una proyección de un crecimiento adicional del 5% en las exportaciones, a pesar de los desafíos internos que enfrenta la industria.
Sin embargo, el contexto económico y político de Argentina puede limitar su potencial de crecimiento. La inflación, los costos operativos elevados y las políticas internas que afectan a los productores, como las restricciones a las exportaciones, siguen siendo factores de riesgo. A pesar de estos desafíos, la recuperación de los precios internacionales y la recuperación de la demanda externa ofrecen un panorama favorable para la industria cárnica argentina.
A medida que el mercado global de carne vacuna continúa evolucionando, Sudamérica está bien posicionada para aprovechar la situación. Los países de la región tienen la capacidad de incrementar sus exportaciones, beneficiándose de la alta demanda mundial y del bajo nivel de oferta global.
El análisis de Rosgan destaca que, a pesar de las tensiones comerciales y los desafíos internos, la región tiene un "horizonte prometedor" en el comercio de carne vacuna. A medida que los mercados de carne vacuna se reconfiguran, Brasil, Argentina y Uruguay cuentan con una ventaja competitiva debido a la calidad de su carne y la estabilidad de sus rodeos ganaderos.
Sin embargo, este potencial está condicionado por factores externos como la evolución de las políticas comerciales de los principales compradores de carne, la fluctuación de los precios internacionales y el comportamiento de los competidores en otros mercados, como Australia y los Estados Unidos. A pesar de estos riesgos, la región se enfrenta a un futuro que promete un crecimiento sostenido, especialmente si los productores sudamericanos logran mantener su competitividad en el mercado global.
