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Por Agroempresario.com
En un giro inesperado que no solo ha captado la atención de los fanáticos del fútbol, sino también de los expertos en marketing deportivo, el Everton ha dado un paso inédito para reforzar su identidad y rivalidad con el Liverpool. El club ha decidido cambiar el color tradicional del kétchup que acompaña los panchos en su nuevo estadio, sustituyéndolo por un aderezo azul, el color característico del equipo. Esta medida, que puede parecer trivial a primera vista, tiene un fuerte mensaje simbólico: marcar una distancia con el color rojo del Liverpool, su eterno rival.
El cambio se enmarca dentro de los preparativos para la inauguración del Bramley-Moore Dock, el nuevo estadio del Everton, que reemplazará al histórico Goodison Park. Con capacidad para 52.888 espectadores, el Bramley-Moore Dock será el octavo estadio más grande de Inglaterra y se espera que esté listo para la temporada 2025/26. El club, que ha jugado en Goodison Park desde 1892, se encuentra en un proceso de renovación que incluye tanto mejoras arquitectónicas como innovaciones en la experiencia de los aficionados.
El gesto de cambiar el color del kétchup no es un hecho aislado. Se inserta en un contexto más amplio, el de la histórica rivalidad entre el Everton y el Liverpool, conocida como el Derbi de Merseyside. Este enfrentamiento, uno de los más antiguos y emblemáticos del fútbol inglés, tiene su origen en 1892, cuando el Everton dejó el estadio de Anfield debido a una disputa sobre el alquiler. Poco después, el Liverpool fue fundado, estableciéndose en el mismo estadio, lo que dio inicio a una rivalidad que ha perdurado por más de un siglo.
La decisión de sustituir el kétchup rojo por uno azul tiene un simbolismo claro: el Everton busca diferenciarse del Liverpool en todos los aspectos, incluso en los más pequeños detalles. De acuerdo con medios locales como Liverpool Echo, el color rojo parece estar prácticamente prohibido en las inmediaciones del nuevo estadio, un paso más en el esfuerzo por afirmar la identidad del club frente a su rival. Este gesto también se extiende a la publicidad y la decoración del estadio, donde el color azul predomina en todos los rincones.
No solo el kétchup ha sufrido un cambio radical. El menú del Bramley-Moore Dock también incluye una dona de color azul con el escudo del club, una pequeña pero significativa adición que refuerza aún más la identidad visual del Everton. A un precio de 3,50 libras (aproximadamente 4,05 euros), la dona azul ha rápidamente captado la atención de los aficionados y se ha convertido en otro emblema del club.
Aunque algunos podrían considerar estas decisiones como meras estrategias de marketing, reflejan una estrategia más profunda del Everton: conectar emocionalmente con su base de seguidores. En un contexto en el que muchos clubes de la Premier League optan por seguir modelos homogéneos de experiencia de estadio, el Everton se distingue al centrarse en elementos que apelan directamente al orgullo de los aficionados.
La inauguración del Bramley-Moore Dock no solo representa la modernización de las instalaciones del club, sino también una inversión significativa en la ciudad de Liverpool, con un costo cercano a los 800 millones de libras (alrededor de 926 millones de euros). Este proyecto está diseñado para mejorar la experiencia del hincha, pero también tiene la ambición de ser un punto de referencia para la comunidad local y, por supuesto, para los seguidores del Everton.
El nuevo estadio tiene una capacidad que lo posiciona como uno de los más grandes de Inglaterra y promete ofrecer una experiencia de primer nivel. Con esta nueva instalación, el Everton no solo buscará mejorar su infraestructura, sino también reforzar su imagen como uno de los clubes más importantes del país.
El Bramley-Moore Dock marcará el fin de una era para el Everton, que ha jugado en el Goodison Park durante más de 130 años. Este estadio, cargado de historia y emociones, ha sido testigo de momentos cruciales en la historia del club. Sin embargo, el traslado al nuevo estadio representa una oportunidad para el Everton de mirar hacia el futuro, un futuro donde esperan consolidarse como una fuerza competitiva en la Premier League.
La rivalidad entre el Everton y el Liverpool no solo se limita a los partidos de fútbol. Esta competencia ha influido profundamente en la cultura y la identidad de ambos clubes. Para el Everton, este enfrentamiento no es solo una cuestión deportiva; es una parte fundamental de su historia y de la forma en que se percibe a sí mismo. Mientras el Liverpool se ha caracterizado por su éxito a nivel nacional e internacional, el Everton ha mantenido una fuerte conexión con la comunidad local y ha sido un referente en el desarrollo de jóvenes talentos.
Con el Bramley-Moore Dock en el horizonte, el Everton se enfrenta a una nueva etapa llena de oportunidades. Este estadio no solo será una mejora en términos de infraestructura, sino también un símbolo del deseo del club de fortalecer su posición en la Premier League y de atraer a una nueva generación de aficionados. A medida que el Everton sigue reforzando su identidad, tanto dentro como fuera del campo, el cambio en el color del kétchup y la creación de productos personalizados son solo el comienzo de una serie de innovaciones que buscan acercar al club a su hinchada y hacer que se sientan aún más orgullosos de su equipo.
En definitiva, el cambio de color en el kétchup es mucho más que un simple capricho gastronómico: es una declaración de principios de un club que se prepara para el futuro sin perder de vista su rica historia y su feroz rivalidad con el Liverpool.
