El mercado de la soja sigue firme: el aceite y la demanda global son claves en los precios

Por Agroempresario.com

El mercado de la soja se presenta como un enigma para los expertos. Así lo explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, al analizar el panorama actual de los granos en el mercado global. A pesar de que los niveles de stocks son elevados y las compras de China han mostrado un avance moderado, los precios siguen mostrando una fortaleza inesperada.

Romano atribuye este fenómeno a un factor poco mencionado: el mercado del aceite de soja. Según el experto, la clave para entender la robustez en los precios del grano radica en la alta demanda de aceite de soja, especialmente en un contexto global donde otros aceites están experimentando una caída en su relación stock/consumo. "El stock/consumo de los principales aceites está en mínimos históricos. En particular, el aceite de palma presenta stocks muy bajos y precios disparados, mientras que el aceite de colza ha tenido una producción reducida y la imposición de aranceles por parte de China y EE.UU. ha frenado el comercio. Esto ha llevado a que ambos países tengan que concentrar más su demanda en el aceite de soja", explicó Romano.

Además, el experto destacó que India también ha comenzado a postergar sus compras de aceite de palma en busca de precios más bajos, lo que genera una mayor presión sobre el aceite de soja. Sin embargo, uno de los factores más inciertos es la política de biocombustibles de EE.UU. "Sin el aceite usado de China ni la colza de Canadá, el aceite de soja seguirá siendo muy demandado, y los stocks de este aceite en EE.UU. son mínimos", agregó Romano.

En cuanto a los precios de la soja en Argentina, el escenario sigue siendo favorable. Según el análisis de Romano, la capacidad de pago de exportación para la soja argentina se encuentra por debajo de los US$270 por tonelada, mientras que el precio para la industria se sitúa en torno a los US$297. Estos valores se consideran razonables para la cosecha, y el precio de US$317 por tonelada se establecería como el "margen 0", el punto en el que las cotizaciones alcanzan su valor más bajo.

Por otro lado, el mercado del maíz sigue con pocos cambios a nivel global. La normalización de las lluvias en Argentina y la siembra ágil del maíz en Brasil cuando las condiciones climáticas lo permitieron, junto con un aumento de área sembrada en Estados Unidos, contribuyó a que el mercado experimentará una leve baja. Sin embargo, los stocks pequeños debido al mayor consumo de lo esperado mantienen los precios del maíz en niveles interesantes.

El consumo interno de maíz en Brasil sigue siendo alto, lo que genera un posible efecto alcista para los precios. No obstante, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) proyecta una disminución en las importaciones de China, lo que podría tener un efecto negativo en los precios del maíz a nivel mundial. A nivel local, la cosecha de maíz en Argentina se ha visto demorada debido a las lluvias, y existen diferencias en las estimaciones de producción entre la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario. Las proyecciones oscilan entre 44 y 49 millones de toneladas, lo que, si bien no es significativo a nivel mundial, podría generar tensiones en el mercado local, sobre todo si la demanda internacional sigue activa.

Romano también analizó la relación de los precios de la soja y el maíz en EE.UU. "Con menos área de soja y más maíz en EE.UU., se espera que el precio de la soja se mueva de valores bajos a más altos, mientras que los precios del maíz deberían bajar con la llegada del nuevo ciclo de cosecha", detalló el especialista. A medida que el clima en EE.UU. comience a tomar protagonismo en los próximos meses, el panorama para ambos granos podría variar.

En cuanto al trigo, Romano destacó el rol crucial de Rusia en el mercado global. "Las exportaciones de trigo mes a mes se van reduciendo. Aunque la cosecha nueva en Rusia muestra señales de mejora, el problema radica en que se sembró sin suficiente humedad, lo que podría afectar la producción. A pesar de esto, los precios ya reflejan en parte este problema y los stocks mundiales no son tan bajos", explicó el experto.

En Argentina, el panorama del trigo es complejo, ya que aún quedan unas 8 millones de toneladas del ciclo anterior por colocar. De esas toneladas, aproximadamente 4 millones deberían destinarse al consumo interno. "El resto se podría destinar a Brasil, lo que obliga a Argentina a buscar nuevos mercados. No podemos depender solo de Brasil para exportar, ya que este mercado no podrá absorber todo el trigo disponible", indicó Romano. Además, destacó que la relación de insumo-producto en el trigo y la recarga de humedad hace pensar en la posibilidad de mantener o incluso incrementar el área sembrada. Sin embargo, Romano advirtió que los precios del nuevo ciclo podrían estar en riesgo si la producción aumenta.