Por Agroempresario.com
Las acciones de Tesla cerraron el lunes en su nivel más bajo desde antes de la victoria de Donald Trump en noviembre. Esto borró por completo la ganancia del 91% que la compañía de vehículos eléctricos había acumulado y convirtió a Elon Musk en el símbolo de la actual caída del mercado. La incertidumbre sobre el futuro de la empresa y las políticas económicas de Trump han provocado una fuerte reacción en los mercados financieros.
El lunes, las acciones de Tesla cayeron alrededor de un 15%, alcanzando los 223 dólares, su precio más bajo desde octubre del año pasado. Esta caída representa la peor jornada para la empresa desde septiembre de 2020 y la séptima mayor pérdida porcentual en sus 15 años como empresa pública, según datos de FactSet.
El retroceso de Tesla no fue un hecho aislado, sino parte de una caída generalizada en Wall Street. El índice Nasdaq Composite, que agrupa a las principales tecnológicas, perdió más del 3%, entrando en territorio de corrección con un retroceso del 10%. Sin embargo, el golpe a Tesla fue más pronunciado debido a un informe del analista Joseph Spak, de UBS, que proyectó una caída del 5% en las entregas de vehículos de la empresa en 2025, marcando un segundo año consecutivo de crecimiento.
El declive de Tesla ha tenido un impacto directo en la fortuna de Elon Musk. Su patrimonio neto cayó en 21.000 millones de dólares en un solo día, situándose en 321.500 millones, una diferencia de 142.500 millones respecto a su récord de diciembre. A pesar de la baja, Musk sigue siendo la persona más rica del mundo, con 113.000 millones de dólares más que su competidor más cercano.
Desde las elecciones, las acciones de Tesla han caído un 11%, y su capitalización de mercado ha perdido cerca de 800.000 millones de dólares desde su pico en diciembre. Esto ha generado preocupación entre los inversionistas, quienes temen que la empresa enfrente un período prolongado de estancamiento.
Varios factores han contribuido a la caída de Tesla, incluyendo la incertidumbre sobre la política económica de Trump y las tensiones comerciales con China. Musk, quien donó 288 millones de dólares a la campaña de Trump y otros candidatos republicanos, fue designado como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad creada por Trump para reducir costos en la administración pública.
Sin embargo, Tesla ha sido una de las empresas más afectadas por los aranceles impuestos por Trump, ya que China es su segundo mayor mercado y sus vehículos dependen de piezas fabricadas en Canadá, China y México. Además, informes recientes señalan una caída en las ventas de Tesla en China y Europa durante los primeros meses de 2025, lo que ha alimentado la preocupación sobre el crecimiento futuro de la compañía.
Mientras Tesla enfrenta una tormenta financiera y de imagen, los analistas advierten que la cercanía de Musk con la administración Trump podría dañar aún más la reputación de la empresa. Con un panorama incierto y la presión de los inversionistas, la compañía deberá encontrar nuevas estrategias para recuperar la confianza del mercado y evitar un declive prolongado en su valor.