Por Agroempresario.com
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó una disminución en la producción de maíz en la región núcleo, ajustando su estimación a 7,8 millones de toneladas para la campaña 2024/25. Este ajuste a la baja representa una caída de 300 mil toneladas respecto a los 8,1 millones previstos en enero de este año. A pesar de las lluvias registradas en la región, que alcanzaron la media histórica, no fueron suficientes para evitar las pérdidas de maíz en áreas clave como el norte de Buenos Aires, una de las zonas más afectadas por la falta de agua.
Los analistas de la BCR, Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo, explicaron que las lluvias que se produjeron durante el mes de febrero llegaron demasiado tarde para recuperar los cultivos de maíz que habían sufrido por la escasez de agua en momentos críticos del ciclo del cultivo, como la floración y el llenado de granos. En especial, el norte de Buenos Aires sufrió una pérdida considerable en su producción debido a la falta de precipitaciones en diciembre y enero.
Como resultado, los rendimientos promedio en la región núcleo se estiman en 83 quintales por hectárea (qq/Ha), lo que implica una reducción de 3 quintales respecto a la proyección previa. Esta cifra está por debajo del promedio histórico de los últimos 15 años, que es de 9,5 millones de toneladas, y también es ligeramente inferior a la producción de la campaña 2017/18, que se vio afectada por una fuerte sequía.
En términos de avance de cosecha, el sur de Santa Fe lidera el proceso con un 70% de la superficie cosechada, seguido por el centro-sur de la provincia y el noreste bonaerense, con un 60%. Este ritmo de cosecha más acelerado refleja un trabajo intensivo para evitar pérdidas adicionales debido a las condiciones climáticas de la región.
Por otro lado, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) mantuvo su estimación de producción nacional de maíz en 49 millones de toneladas. Según la BCBA, la recolección de maíz a nivel nacional continúa a buen ritmo, con un avance del 19,2% del área sembrada, lo que representa un adelanto interanual de 13,2 puntos porcentuales. Este adelanto se atribuye principalmente a una mayor proporción de siembra temprana, además de que algunos lotes concluyeron su ciclo más rápido debido al estrés hídrico durante el llenado de granos.
El rendimiento promedio nacional de maíz es de 83,9 quintales por hectárea (qq/Ha), destacándose la zona núcleo norte, que alcanza un promedio de 96,4 qq/Ha. En cuanto a los cultivos de maíz sembrados más tarde, estos están en su mayoría en la etapa R3, y aunque cuentan con buena disponibilidad de agua, las lluvias recientes en el norte agrícola no tendrán un impacto significativo en la condición de estos cultivos.
En lo que respecta al girasol, la BCBA informó que, a pesar de las lluvias recientes, la cosecha avanzó un 19,6% intersemanal, cubriendo ya el 58,9% del área apta. Aunque la cosecha aún muestra una demora interanual de 16,1 puntos porcentuales, se está alineando al promedio histórico. Los altos rendimientos continúan incentivando la cosecha, incluso en lotes con condiciones de piso no óptimas, con el objetivo de evitar pérdidas de plantas en pie y mejorar la calidad del grano.
A pesar de la diversidad de rendimientos, que varían entre 8 y 38 quintales por hectárea, los promedios regionales siguen superando las medias históricas. Si esta tendencia se mantiene en las próximas semanas, podría haber un aumento en la proyección de producción de girasol, lo que compensa en parte los desafíos enfrentados por el maíz.