Por Agroempresario.com
En un contexto de tensión por la posible modificación de los controles sanitarios en la región sur del país, los máximos referentes de la Mesa de Enlace y funcionarios nacionales se reunieron este martes para analizar el futuro de la barrera sanitaria en la Patagonia. El encuentro dejó una conclusión clara: el estatus sanitario de libre de fiebre aftosa sin vacunación “sigue firme” y será defendido como un activo estratégico para la producción y el comercio de la región.
El debate se encendió semanas atrás, cuando el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó la Resolución 180/2025, que habilitaba bajo ciertas condiciones el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, una zona que desde hace más de dos décadas ha logrado sostener su estatus sanitario sin necesidad de vacunación. La medida generó preocupación en productores y gobiernos provinciales del sur, y fue rápidamente postergada por el Gobierno por un plazo de 90 días.
Con el objetivo de clarificar posiciones y evitar enfrentamientos, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta, recibió a dirigentes de las principales entidades agropecuarias, técnicos del Senasa y autoridades provinciales. Participaron también Carlos Banacloy, ministro de Agroindustria de Río Negro; Laura Haydee Mirantes, ministra de Producción de Chubut; y Adrián Suárez, titular del Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz.
En representación del sector rural estuvieron presentes Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina), Lucas Magnano (Coninagro), Ulises Forte (Federación Agraria Argentina) y Carlos Castagnani (Confederaciones Rurales Argentinas). Todos coincidieron en la importancia de mantener el estatus sanitario actual, tanto por razones sanitarias como comerciales.
“De ninguna manera la barrera sanitaria se elimina. La barrera sigue firme, no se termina. Va a seguir funcionando. El Senasa fue contundente: la opinión científica es sólida, muy concreta. Pero además, esto no es solo una medida sanitaria: también hay un componente comercial, de desarrollo regional, que hay que mirar con responsabilidad”, afirmó Pino tras el encuentro.
El dirigente de la Sociedad Rural subrayó el esfuerzo sostenido de las provincias patagónicas para conservar su estatus, logrado con trabajo constante durante más de 20 años. “Eso les permitió ser reconocidos como zona libre de aftosa sin vacunación. Es un logro, y hay que respetarlo”, enfatizó. Al mismo tiempo, abrió la puerta a eventuales ajustes consensuados: “Se puede trabajar para generar algunas condiciones para que la Patagonia pueda recibir algunos cortes de carne, quizás con huesos. Hay que ir viendo eso, y siempre priorizando que no pierdan su estatus sanitario”.
Por su parte, Castagnani valoró el tono “positivo y abierto” de la reunión y destacó que hubo consenso para revisar los puntos sensibles de la resolución, sin apresuramientos. “Quedamos en rever ciertos puntos. No se habló de levantar la barrera, eso fue un malentendido. El Gobierno tomó nota de todo lo que se planteó. La diferencia de estatus sanitario entre el norte y el sur existe, y no se puede pasar por alto”, aseguró.
Uno de los puntos de mayor preocupación es el posible impacto sobre la producción ovina, una economía regional clave en la Patagonia. “Estamos hablando mucho de carne bovina, pero la resolución puede afectar más a la producción ovina. El peligro es que se cierren mercados, y eso sería grave”, advirtió Magnano, presidente de Coninagro.
El dirigente explicó que la entidad que representa se encuentra en una posición intermedia, al tener productores tanto dentro como fuera de la zona libre sin vacunación. “Buscamos representar a todos. La resolución 180/2025 podría tener efectos que no fueron del todo medidos, por eso es fundamental este espacio de diálogo”, expresó.
Durante la reunión, también se abordaron otras posibles consecuencias derivadas de la norma. En cuanto a la fruticultura, por ejemplo, se aclaró que los controles actuales por el tema de la mosca de los frutos no sufrirán modificaciones. Asimismo, se coincidió en que no se alterarán los mecanismos vigentes de fiscalización en los puestos de control.
Consultado sobre los pasos a seguir, Magnano explicó que el Gobierno nacional tomará un plazo de 60 días para analizar los aportes realizados por las entidades, las provincias y el Senasa, y revisar la redacción de la resolución con el objetivo de “no afectar intereses productivos ni comprometer el estatus sanitario del sur”.
“La Argentina es un país libre de aftosa, solo que en una parte se vacuna y en otra no. La Organización Mundial de Sanidad Animal considera que ambas condiciones son equivalentes. No hay dos estatus, eso es importante aclararlo. Pero también es cierto que los mercados internacionales valoran de forma especial aquellas regiones donde no se vacuna, y eso no se puede perder”, completó.
Al cierre del encuentro, todas las partes acordaron seguir trabajando en una mesa técnica para redefinir los alcances de la resolución, considerando tanto la seguridad sanitaria como los intereses económicos y comerciales de los productores. “Esto no es un levantamiento de la barrera, es una reconfiguración del sistema, con controles estrictos. Pero sin diálogo no se puede avanzar”, concluyó Forte.