Por Agroempresario.com
El Malbec, una cepa que ha conquistado el paladar de los amantes del vino en todo el mundo, celebra su día mundial cada 17 de abril. Esta fecha conmemora no solo la historia de una variedad que ha encontrado su hogar en Argentina, sino también el impacto cultural y económico que ha tenido en la vitivinicultura del país. Con más de 47.000 hectáreas cultivadas en suelo argentino, el Malbec se ha convertido en un símbolo nacional, representando el 25,5% de la superficie total cultivada con uvas aptas para elaboración. Su presencia en 118 mercados internacionales subraya su éxito y popularidad.
El viaje del Malbec comenzó en Francia, donde se cultivó en regiones como Burdeos, alcanzando un estatus notable durante el siglo XIX. Sin embargo, su historia tomó un giro significativo con la llegada de la epidemia de filoxera en Europa, que devastó muchos viñedos. En 1852, el agrónomo francés Michel Aimé Pouget trajo la cepa a Argentina, marcando un hito en su historia.
Laura Catena, directora general de la bodega Catena Zapata y representante de la cuarta generación de viticultores, explica que el Malbec tenía una presencia considerable en Francia antes de la filoxera. "Sí, es cierto que cuando el Malbec llegó a Argentina fue antes de la filoxera, en 1852, y en ese momento el Malbec estaba más plantado que el cabernet sauvignon en el Médoc", comenta Catena.
La adaptación del Malbec a las condiciones argentinas fue notable. Con sistemas de raíces profundas y un clima seco, esta cepa encontró en los suelos argentinos un ambiente propicio para prosperar. "El Malbec realmente puede adaptarse a muchas zonas de Argentina, incluso en climas más cálidos o más fríos", señala Catena.
Hoy en día, Mendoza es el corazón del Malbec argentino, concentrando el 84,69% de la superficie cultivada en el país. Otras provincias, como San Juan y Salta, también contribuyen a la producción, pero Mendoza sigue siendo la líder indiscutible.
Según el último Informe Anual de Superficie 2024 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el Malbec ha crecido un 51,6% desde 2010, alcanzando 47.064,1 hectáreas. Esta expansión se traduce en una producción significativa: en 2024, se cosecharon 4.024.101 quintales de Malbec, representando el 21,9% del total de uvas destinadas a la elaboración de vino.
La exportación de Malbec también ha sido un factor clave en su éxito. En 2024, Argentina exportó 1.269.488,82 hectolitros de Malbec, generando ingresos de US$ 429,75 millones. Estados Unidos se mantiene como el principal mercado, seguido por el Reino Unido y Brasil.
Una de las características que distingue al Malbec argentino es su diversidad genética. A diferencia de los productores europeos que utilizan la selección clonal, los viticultores argentinos han optado por la selección masal, lo que ha permitido conservar una gama más amplia de material genético. Catena explica que "el 90% de los viñedos argentinos son tanto genéticamente diversos como no injertados". Esta diversidad no solo es crucial para la resiliencia de los viñedos ante el cambio climático, sino que también enriquece la calidad del vino.
Desde 2011, el Día Mundial del Malbec se celebra cada 17 de abril, con eventos y actividades que destacan la importancia de esta cepa en la vitivinicultura argentina. Este año, se llevaron a cabo diversas celebraciones en todo el país, incluyendo degustaciones y ferias en las que participaron las principales bodegas argentinas.
Uno de los eventos destacados fue organizado por Amparo Mercado Gourmet, que reunió a más de 250 asistentes y 25 bodegas. Las bodegas ofrecieron sus mejores etiquetas, permitiendo a los asistentes disfrutar de una amplia variedad de Malbecs y maridajes gastronómicos.
Además de la celebración del Malbec, también se realizó la Positive Malbec Night, un evento que destaca el compromiso de las bodegas argentinas con la sostenibilidad. Este evento reunió tanto a pequeños productores como a grandes bodegas, ofreciendo una plataforma para mostrar los esfuerzos en sostenibilidad dentro de la industria vitivinícola.
Con la llegada del Día Mundial del Malbec, muchos productores han lanzado ediciones especiales de sus vinos. Entre ellos se encuentran:
A pesar de los desafíos que enfrenta la industria vitivinícola, como las heladas primaverales y las tormentas de granizo, las proyecciones para la cosecha de 2024 son optimistas. Se espera que la producción sea al menos un 25% mayor que la de 2023, gracias a condiciones climáticas más favorables.
La permanencia del Malbec como varietal más exportado del país se debe a su regularidad de producción y a la consistencia en los mercados internacionales. A medida que el mundo se vuelve más consciente de la sostenibilidad y la calidad, el Malbec argentino se posiciona como un líder en el mercado global.