Por Agroempresario.com
En la capital mundial de la energía, Houston, Texas, las petroleras independientes están mirando cada vez con más atención hacia Vaca Muerta. Este gigantesco yacimiento de hidrocarburos no convencionales en Argentina se perfila como uno de los destinos más prometedores para las inversiones internacionales en los próximos años, y las compañías texanas, que lideraron la revolución del shale en EE. UU., se preparan para evaluar sus posibilidades de entrar en el mercado argentino.
La reciente participación argentina en la CERA Week, uno de los eventos más importantes de la industria energética mundial, dejó claro que, aunque el interés está en aumento, todavía existen desafíos que deben ser superados para lograr un flujo de inversión significativo. Ariel Bosio, vicepresidente de la Cámara de Comercio Argentina-Texas, comentó en una entrevista con Forbes sobre las perspectivas de las petroleras texanas respecto a Vaca Muerta, los puntos clave que están analizando y lo que esperan para avanzar en esta relación.
Según Bosio, la misión argentina, que viajará a Houston para participar en la Offshore Technology Conference (OTC), tiene como principal objetivo seguir fortaleciendo los lazos entre Texas y Argentina en el ámbito energético. Para la Cámara de Comercio Argentina-Texas, la idea es integrar ambos mercados y facilitar el intercambio de conocimiento, inversiones y mejores prácticas que permitan a las empresas argentinas acceder a nuevas tecnologías y financiamiento para seguir desarrollando Vaca Muerta.
"Buscamos vincular a las empresas argentinas con las empresas de Texas para generar acciones adicionales en cuanto a financiamiento, mejores prácticas y el acceso a acuerdos tecnológicos. De esta manera, podemos continuar siendo más eficientes y expandir la oferta de materiales y servicios en Vaca Muerta", explicó Bosio.
En este sentido, las petroleras de Texas, históricamente líderes en la explotación de shale, están interesadas en cómo Vaca Muerta podría convertirse en un nuevo "sweet spot" para sus futuras inversiones, después de haber alcanzado la madurez en campos como el Permian Basin, en EE. UU. Las grandes compañías como Chevron ya están presentes en Argentina, pero ahora es el turno de los jugadores más pequeños, que buscan nuevas oportunidades.
Una de las principales preocupaciones que siguen mencionando los inversores de Texas es la estabilidad del marco regulatorio y la continuidad en las políticas macroeconómicas de Argentina. A pesar de que Vaca Muerta ofrece un enorme potencial, los empresarios internacionales requieren certidumbre a largo plazo, algo que actualmente sigue siendo un desafío en el país.
"El gobierno argentino está dando pasos importantes en cuanto a la regulación de la macroeconomía, lo cual es clave para darle impulso a la industria. Sin embargo, lo que aún se percibe como un desafío es la estabilidad a largo plazo, algo que sigue siendo incierto para los inversores", destacó Bosio.
Además, otro factor que preocupa a las empresas texanas son los costos de producción en Argentina. A pesar de los avances que ha tenido Vaca Muerta, los costos operativos siguen siendo altos en comparación con otros lugares del mundo. Esto coloca al yacimiento argentino en competencia directa con otros proyectos globales, lo que obliga a las petroleras a evaluar los costos totales de producción en cada región antes de comprometerse con nuevas inversiones.
En cuanto a la competitividad de Argentina a nivel nacional y provincial, Bosio destacó que, aunque se han logrado avances significativos, aún existen áreas de mejora. Uno de los principales puntos a trabajar es la estabilización de la macroeconomía, para dar mayor previsibilidad a las inversiones. Además, la infraestructura es otro factor clave.
"No solo se trata de mejorar la infraestructura petrolera, como la construcción de más gasoductos y oleoductos, sino también de mejorar la infraestructura general del país: rutas, caminos, trenes, aeropuertos. Esto reduce considerablemente los costos logísticos, que en este tipo de operaciones son extremadamente relevantes", explicó Bosio.
Otro tema relevante es la infraestructura social, ya que el desarrollo de Vaca Muerta está acompañado por un fuerte flujo migratorio hacia las zonas de explotación. Es necesario asegurar que las personas que se trasladan a estas áreas cuenten con servicios adecuados para vivir y trabajar en condiciones óptimas.
Uno de los principales cuellos de botella que enfrenta actualmente Vaca Muerta es la falta de capacidad de los equipos de perforación y fractura. En Argentina, actualmente existen solo 50 equipos de perforación y 12 sets de fractura, lo que limita la capacidad de producción y la posibilidad de seguir expandiendo la extracción de petróleo y gas.
"El problema es que dependemos de aumentar la productividad de esos equipos existentes, sin contar con equipos adicionales. Esto restringe las posibilidades de crecimiento en la producción. Las empresas están trabajando para resolver esta limitación, pero es necesario que el gobierno siga promoviendo reformas en la industria para que el sector privado sea más eficiente y pueda adaptarse mejor a los ciclos económicos", comentó Bosio.
La llegada de las petroleras independientes de Texas a Vaca Muerta es una tendencia que se viene gestando desde hace algunos años. Estos actores, que en su mayoría fueron pioneros en el desarrollo del shale en EE. UU., ahora buscan nuevas oportunidades en otros mercados para diversificar sus activos.
"La percepción de las empresas de Estados Unidos sobre Argentina ha cambiado gracias al aumento de la producción en Vaca Muerta y a los cambios macroeconómicos y políticos. Ahora, más empresas están empezando a posicionarse en el negocio argentino y están buscando conocer más sobre la situación en Vaca Muerta", explicó Bosio.
Sin embargo, para que el interés se transforme en inversión efectiva, Bossio destacó que es necesario contar con un plan de largo plazo para promover las inversiones y posicionar a Argentina de manera permanente en la mente de los inversores internacionales.