Por Agroempresario.com
En la provincia del Chaco, una tierra donde el algodón es protagonista de la producción agroindustrial, un grupo de emprendedoras logró transformar residuos de este cultivo en un innovador biomaterial con aspecto y textura similar al cuero animal. La propuesta no solo apuesta por la sustentabilidad y la economía circular, sino que también posiciona al emprendimiento, llamado Cuero Lo’oc, como una promesa de la nueva generación de materiales ecológicos.
La iniciativa nació de la experiencia personal de Carla Martínez, diseñadora textil, quien pasó su infancia en Fontana, una localidad con fuerte presencia de la comunidad Qom. Allí fue testigo de los efectos contaminantes de una antigua curtiembre: malos olores, aguas contaminadas y enfermedades. Esa vivencia la motivó años después a buscar una alternativa más amigable con el ambiente, tomando como base el algodón, principal cultivo de su provincia.
En 2019, Martínez dio forma al proyecto Cuero Lo’oc, cuyo nombre significa "piel" en lengua qom. Con el tiempo, se sumaron al equipo Eugenia Marques, ingeniera química a cargo de la parte técnica; Eliane Aranza, especialista en comunicación; y Silvina Bruga, asesora en agro y también diseñadora textil. Juntas emprendieron un camino de investigación y desarrollo que atravesó la pandemia y, en 2022, concretaron el lanzamiento del primer biomaterial hecho con desechos algodoneros.
El producto final es resistente, flexible y biodegradable, con una vida útil de cinco años. Una vez desechado, se degrada en apenas un año, en contraposición a otros materiales supuestamente ecológicos, como los "eco-cueros", que en realidad contienen plásticos o químicos muy contaminantes. "Nuestro biomaterial no solo es vegano, sino también verdaderamente sustentable. Queremos cambiar la forma en la que se producen y consumen los materiales en la industria de la moda y el diseño", destaca Martínez.
Cuero Lo’oc comenzó aplicando su biomaterial en productos de mobiliario y decoración, donde no se requieren altos niveles de resistencia. Actualmente, las emprendedoras trabajan en mejorar la composición química para desarrollar versiones aptas para marroquinería y calzado, abriendo la posibilidad de crear billeteras, carteras, bolsos y mochilas ecológicas.
El proyecto contó con el respaldo de instituciones clave como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Universidad de la Cuenca del Plata y el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Chaco. Gracias a este acompañamiento técnico, Cuero Lo’oc avanza en el registro de la propiedad intelectual de su biomaterial y la certificación de procesos sustentables.
El talento y la innovación del equipo fueron reconocidos en 2023 cuando resultaron finalistas del concurso Diseño Argentino Exponencial (DAE), organizado por la Fundación Bunge y Born y el British Council. El premio, que incluía formación intensiva con mentores latinoamericanos y británicos, además de un fondo de capital semilla, permitió a las emprendedoras adquirir nueva maquinaria para aumentar su capacidad productiva. Su meta es alcanzar una producción mensual de 200 metros cuadrados de biocuero.
A corto plazo, Cuero Lo’oc apunta a una comercialización nacional en baja escala, estableciendo alianzas con fabricantes de moda y diseñadores comprometidos con la sustentabilidad. A mediano plazo, proyectan iniciar un plan de exportaciones, aprovechando la creciente demanda internacional de alternativas veganas y ecológicas.
"Queremos que nuestro biocuero represente la identidad de nuestra tierra, de nuestras comunidades y de una nueva forma de hacer moda: más consciente, más respetuosa del planeta", afirma Martínez. Así, desde el corazón del Chaco, Cuero Lo’oc demuestra que la innovación, la tradición y la sustentabilidad pueden ir de la mano para crear un futuro mejor.