Por Agroempresario.com
La "dolarización retail" se convirtió en una de las prioridades del plan económico del Gobierno nacional. En un contexto en el que el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, buscan acelerar el crecimiento económico, la medida apunta a flexibilizar el uso de los dólares que los pequeños ahorristas tienen guardados, sin necesidad de enfrentar sanciones impositivas o cambiarias.
Durante su participación en el 11° Latam Economic Forum en Parque Norte, Milei y Caputo detallaron las bases de esta nueva estrategia que pretende movilizar el gigantesco volumen de divisas físicas almacenadas fuera del sistema bancario. "Queremos que la gente saque sus dólares, los use para comprar lo que quiera, sin temor a ser perseguida", remarcó Milei.
El concepto de "dolarización retail" refiere a facilitar que pequeños ahorristas puedan usar sus dólares billete en operaciones diarias, sin necesidad de realizar declaraciones formales que puedan implicar riesgos fiscales o legales. No se trataría de un blanqueo en sentido estricto, sino de un régimen de flexibilización de controles de información.
Actualmente, dos leyes controlan el uso de dinero no declarado: la Ley Penal Tributaria y la Ley Cambiaria. Modificarlas requeriría pasar por el Congreso, algo que el Gobierno no planea hacer este año. Por eso, la estrategia se basa en flexibilizar los regímenes de información a través de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el sistema ARCA.
Sebastián Domínguez, CEO de SCD Asesores Tributarios, explicó que una de las alternativas sería reducir la rigurosidad en los pedidos de información cruzada o relajar los montos a partir de los cuales se inician denuncias. Actualmente, se considera evasión simple a partir de 1,5 millones de pesos, cifra establecida en 2017, que ajustada a la inflación sería hoy alrededor de 100 millones.
Desde el Ministerio de Economía trabajan en un decreto que permitirá a ARCA, la plataforma de fiscalización de activos financieros, disminuir los requisitos de información cuando se trate de dólares usados en consumos específicos. Asimismo, el Banco Central podría instruir a los bancos a no informar ciertas operaciones menores, evitando así acciones penales o impositivas por montos insignificantes.
Luis Caputo, al referirse al volumen de dólares fuera del sistema, indicó que hay entre 200.000 y 400.000 millones de dólares "en los colchones" de los argentinos. "¿Por qué no usarlos?", preguntó. Según el ministro, reactivar esa masa de dinero permitiría aumentar la liquidez en la economía real, impulsar el crédito y acelerar la recuperación económica.
Además, Caputo enfatizó que no se emitirá nueva moneda en dólares, sino que se buscará que los fondos existentes en efectivo circulen libremente en competencia con el peso argentino. "La economía está sana. Cuando baja la nominalidad y la tasa de interés, sube la demanda de dinero y mejora el crédito", detalló.
Milei fue categórico al expresar que quienes tienen dólares no declarados "no son delincuentes". Para el presidente, el dinero acumulado fuera del sistema es el reflejo de la desconfianza histórica en las instituciones argentinas, y no un delito en sí mismo.
"Estamos motorizando una dolarización endógena para que el proceso de crecimiento económico no sea lento", sostuvo Milei. Para ello, es esencial que los ciudadanos puedan utilizar sus ahorros en dólares sin el temor a sanciones futuras.
Según el mandatario, permitir la circulación de estos dólares generaría un fuerte impulso en el consumo, en un momento donde la economía necesita expandir su base monetaria de manera controlada y sin riesgos inflacionarios.
La implementación de estas medidas podría tener un impacto inmediato en el consumo de bienes durables, el mercado inmobiliario y las operaciones de alto valor en dólares. Muchos consumidores que hasta ahora evitaban transacciones formales para no declarar sus dólares, encontrarán un incentivo concreto para movilizar sus ahorros.
Asimismo, la remonetización de la economía a través de la libre circulación de dólares podría abrir nuevas oportunidades de financiamiento y crédito, tanto en pesos como en divisas extranjeras.
Desde el Gobierno aclararon que la "dolarización retail" no significa la eliminación del peso como moneda de curso legal, sino un esquema de convivencia entre ambas monedas, donde el mercado y los consumidores elijan libremente.
Además, se espera que el decreto contempla un sistema de control simple para evitar maniobras ilícitas, pero sin trabas excesivas que desalienten la circulación de los dólares guardados.
Con este esquema, el Poder Ejecutivo apunta a dinamizar la economía sin necesidad de una dolarización formal o una reforma monetaria inmediata. La apuesta es que el propio mercado, incentivado por la confianza y la ausencia de penalizaciones, vaya adaptándose de manera gradual a un esquema bimonetario.
Según fuentes oficiales, el decreto podría publicarse en las próximas semanas y tendría vigencia inmediata, aunque su impacto real dependerá de la respuesta de los consumidores y del grado de confianza que logre generar el Gobierno.
En definitiva, la "dolarización retail" busca canalizar un ahorro inmovilizado hacia la economía real, convirtiendo los dólares escondidos en motores de consumo, inversión y crecimiento.