Por Agroempresario.com
En una disertación encendida ante ejecutivos financieros durante el Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), el presidente Javier Milei ratificó su plan de avanzar hacia una transformación profunda del sistema monetario argentino. Bajo el concepto de “revolución monetaria de la libertad”, el mandatario adelantó que el Gobierno trabaja para eliminar las barreras legales y normativas que limitan el uso libre de monedas extranjeras como el dólar, en una estrategia que busca remonetizar la economía sin emisión.
“La Argentina se encamina hacia un régimen de libertad absoluta, donde cada individuo podrá operar en la moneda que desee. No hay nada más libre que eso”, declaró Milei, generando aplausos y también polémica. La declaración marca un nuevo paso en el proceso de desregulación financiera que su administración viene impulsando desde diciembre de 2023.
Uno de los puntos más controvertidos del discurso fue su dura crítica a la ley penal cambiaria, que actualmente penaliza operaciones fuera del sistema formal. Milei la calificó como una herramienta “opresiva” del Estado y reivindicó a quienes sacaron sus ahorros del sistema bancario. “No son delincuentes, son héroes que se defendieron del impuesto inflacionario”, afirmó.
En esta línea, anticipó que el Ministerio de Economía, el Banco Central y la Agencia de Regulación y Control de la Actividad Financiera (ARCA) trabajan en la flexibilización de estas normativas. “Queremos terminar con el miedo. Muchos no usan dólares libremente por temor a ser perseguidos”, agregó.
Para el Presidente, la clave del éxito económico pasa por una transición monetaria ordenada. “Si convergemos a tasas de inflación internacionales, la gente va a volver a confiar en el peso. Pero esa remonetización tiene que hacerse sin emitir, porque de lo contrario vamos a destruir empresas y generar más pobreza”, advirtió.
Según explicó, el proceso de remonetización –es decir, el regreso al uso del peso como medio de pago y reserva de valor– será natural si el tipo de cambio desciende dentro de una banda inferior, como consecuencia del ingreso de divisas y del control de la inflación. “Habrá tantos dólares en relación a los pesos, que podríamos llegar a prescindir del Banco Central”, lanzó, alimentando su viejo anhelo de eliminar la autoridad monetaria.
Milei también se refirió a la política cambiaria y desestimó las críticas que señalan un atraso en el tipo de cambio oficial. “Liberamos el mercado y no hubo saltos. Aún así, siguen hablando de atraso cambiario. Es ridículo”, sostuvo. Y explicó que, aunque existen bandas, el precio se determina libremente. “No hay intervención estatal, sólo un sendero para que la transición sea ordenada”, aclaró.
Además, negó que el tipo de cambio tenga un impacto automático en la inflación, tal como sostiene parte del pensamiento económico tradicional en el país. “Durante 90 años nos enseñaron que si sube el dólar, suben los precios. Eso es falso. Si hay una base monetaria controlada, una suba en un precio implica que otro tiene que caer”, dijo. En ese sentido, recordó que el Gobierno ya explicó con claridad, en cadena nacional, por qué no hay razones para que una devaluación derive en un alza de precios.
El Presidente insistió en que el país atraviesa un cambio de paradigma y que es necesario derribar los mitos que alimentaron décadas de inestabilidad económica. “La cultura económica que construyó el populismo fue regresiva. Hay que mostrarle a la gente cómo funciona realmente una economía de mercado”, afirmó.
En ese marco, la liberalización del uso de monedas extranjeras es sólo el primer paso de un plan más amplio que busca transformar la relación de los argentinos con el dinero, el ahorro y la inversión. Milei considera que la confianza es el principal activo económico y que sin ella no hay posibilidad de crecimiento sostenido.
“Esta es una revolución monetaria de la libertad. Los argentinos podrán ahorrar, invertir y gastar en la moneda que quieran, sin miedo ni persecución. Esa es la base de un país libre y próspero”, concluyó el mandatario.