Por Agroempresario.com
El gigante del deporte, Nike, enfrenta una caída alarmante en sus ventas, lo que ha obligado a su CEO, Elliott Hill, a tomar decisiones cruciales para restaurar la rentabilidad y el liderazgo de la compañía. Con un descenso en los ingresos del 9% durante el último trimestre, Hill ha decidido realizar ajustes significativos en la estructura organizativa y reforzar su estrategia "Win Now" para combatir los desafíos económicos y fortalecer la competitividad global de la marca.
En su primer semestre como CEO de Nike, Elliott Hill implementó una serie de cambios en la cúpula directiva para aumentar la eficiencia operativa y reforzar la identidad de la marca. Uno de los movimientos más significativos fue el reemplazo de Heidi O'Neill, quien presidía Nike, por Amy Montagne, una veterana de la compañía que previamente lideró Nike Women. La salida de O'Neill, quien decidió jubilarse tras 26 años de servicio, representa un giro importante en la dirección estratégica de la empresa.
Además, Hill redistribuyó las funciones del cargo presidencial para ejercer un control más directo sobre el desarrollo de productos, marketing e iniciativas de crecimiento, con el objetivo de alinear a la compañía con las demandas del mercado actual.
El primer trimestre bajo el plan "Win Now" de Hill fue un periodo de dificultades económicas para la empresa. Durante este período, los ingresos cayeron un 9%, alcanzando los $11,300 millones. Las acciones de Nike también se vieron afectadas, cotizando un 30% por debajo del nivel que tenían cuando Hill asumió el cargo. A pesar de los esfuerzos por innovar y adaptar la marca a las nuevas exigencias del mercado, Nike continúa enfrentando desafíos en varias áreas, incluidas controversias relacionadas con el trato hacia las mujeres en el deporte.
La nueva estrategia "Win Now" de Hill está centrada en cinco líneas de acción principales para recuperar el liderazgo en el mercado global del deporte:
Para implementar la estrategia "Win Now", Elliott Hill ha hecho algunos movimientos clave dentro del equipo ejecutivo de Nike. Uno de los más significativos fue la promoción de Phil McCartney, quien pasó de vicepresidente de calzado a director de innovación, diseño y producto. Desde este nuevo puesto, McCartney supervisará el desarrollo de productos para las tres marcas de Nike: Nike, Jordan y Converse.
Además, Nicole Graham asumirá el cargo de vicepresidenta ejecutiva y directora de marketing, tras dejar su rol como directora de marketing. Su objetivo será mejorar la narrativa de la marca y asegurar una comunicación más efectiva con los consumidores.
Otro nombramiento clave fue el de Dr. Tom Clark, quien, después de 45 años de trayectoria en Nike y con un doctorado en biomecánica, pasará a ser el director de iniciativas de crecimiento. Clark había estado asesorando al CEO y ahora liderará nuevas iniciativas que apuntan al crecimiento sostenible de la empresa.
Uno de los cambios más importantes fue el ascenso de Amy Montagne a la presidencia de Nike. Montagne, quien previamente estuvo al frente de Nike Women, será ahora responsable de liderar las áreas de consumo y deportes de la compañía. Su nombramiento subraya la creciente importancia del negocio femenino dentro de Nike, que en 2023 representó cerca del 40% de su clientela.
No obstante, las mujeres en Nike enfrentan un histórico desafío de relación con la marca, particularmente en cuanto a sus atletas. En 2019, la medallista olímpica Allyson Felix denunció públicamente que Nike la penaliza por quedar embarazada. Otros atletas mujeres también han dejado Nike por diversas razones, lo que ha puesto a la marca bajo el microscopio en cuanto a su compromiso con el deporte femenino.
En respuesta a estas críticas, Nike ha tomado medidas para reforzar su imagen y mejorar su relación con las mujeres. Uno de los pasos más importantes fue su anuncio en el Super Bowl, el primero en 27 años, que presentó a figuras prominentes como Caitlin Clark, A'ja Wilson y Sha'Carri Richardson. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por promover la inclusión femenina, el anuncio fue criticado por algunos como condescendiente, dado el historial negativo de la compañía.
Uno de los temas más controvertidos en el deporte actual es la inclusión de atletas transgénero en categorías femeninas. Nike, que ha mostrado su apoyo a la inclusión de atletas transgénero, ha generado un intenso debate sobre la equidad en la competencia deportiva. La compañía ha expresado su compromiso de crear un ambiente inclusivo para todos los atletas, independientemente de su identidad de género, lo que ha generado tanto apoyo como rechazo en la comunidad deportiva.
El debate sobre la inclusión de atletas transgénero, especialmente en categorías femeninas, ha sido un tema recurrente en los medios y en las discusiones sobre la equidad en el deporte. Mientras Nike continúa defendiendo la inclusión, la controversia sigue siendo un punto delicado que la marca tendrá que abordar en los próximos años.
Elliott Hill es consciente de los desafíos a los que se enfrenta Nike. A pesar de la caída en las ventas y las dificultades en el trato con algunos segmentos del mercado, el CEO está comprometido a restaurar la competitividad global de la marca. Hill ha dejado claro que la clave para el crecimiento sostenible de Nike pasa por centrarse nuevamente en el negocio del deporte y mantener un enfoque claro y disciplinado hacia los resultados financieros.
"Abordamos el largo plazo. Tomamos las decisiones más beneficiosas para la salud de nuestra marca y nuestro negocio", afirmó Hill, destacando que el foco estará en los productos de calidad y en la creación de un valor real para los accionistas. Para lograr esto, es probable que Nike continúe adaptándose a las demandas del mercado global, mientras trata de reconciliar su imagen pública con los valores que la marca quiere representar.
Nike se enfrenta a un periodo crucial en su historia. Con un mercado cada vez más competitivo y la presión de recuperar su posición dominante, los cambios implementados por Elliott Hill en la estructura de la empresa y su enfoque en la reestructuración del negocio parecen ser pasos necesarios para volver a los caminos del éxito. El futuro de Nike dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a las demandas del consumidor, fortalecer su presencia en mercados clave y mantener su imagen como líder en la industria deportiva.