Por Agroempresario.com
El conglomerado mediático Disney volvió al centro de la escena financiera con un informe de ganancias del segundo trimestre de 2025 que superó las expectativas del mercado. En medio de un contexto volátil, la compañía fundada por Walt Disney mostró señales claras de recuperación gracias a un notable aumento en suscriptores de Disney+, el éxito global de películas como Moana 2 y un sólido rendimiento en sus parques temáticos. Como resultado, las acciones de la firma subieron 10 % en Wall Street en las operaciones del mediodía posterior al anuncio.
El informe no solo mostró una mejora en los ingresos operativos, sino que también trajo consigo proyecciones optimistas que entusiasmaron a los inversores. Disney elevó su estimación de beneficio anual a US$ 5,75 por acción, una suba respecto de los US$ 5,44 previstos anteriormente. Este nuevo número representa un incremento del 16 % en relación con el ejercicio fiscal 2024 y marca una recuperación sostenida luego de varios años de vaivenes, impulsados tanto por desafíos internos como por el cambiante entorno económico global.
Uno de los aspectos más destacados del balance fue el desempeño del servicio de streaming Disney+. Pese a haber anticipado una caída en la base de usuarios, la plataforma sorprendió con un aumento de 1,4 millones de suscripciones globales, lo que elevó el total a 126 millones en todo el mundo. En Estados Unidos, las suscripciones pagas crecieron un 2 %, mientras que las cifras internacionales también mostraron una suba, excluyendo los números de Disney+ Hotstar en India, donde la pérdida de derechos de transmisión de cricket había provocado bajas anteriores.
El CEO de Disney, Bob Iger, atribuyó parte de este repunte al éxito en taquilla de algunas producciones recientes del estudio. Un ejemplo claro es Moana 2, que recaudó más de US$ 1.000 millones a nivel mundial y se posicionó como la tercera película más vista de 2024. Además de su desempeño en cines, la película se convirtió en el estreno más exitoso de Disney+ desde Encanto, demostrando cómo un hit cinematográfico puede impactar positivamente otras áreas del negocio.
El caso de Moana 2 refleja cómo una sola producción puede generar un efecto dominó en las diferentes divisiones de Disney. No solo contribuye al crecimiento de Disney+ al atraer nuevos usuarios, sino que también alimenta el tráfico en parques temáticos —donde personajes como Moana ganan protagonismo en atracciones y shows—, incrementa las ventas de merchandising en tiendas físicas y digitales, y refuerza la imagen de la marca como líder en entretenimiento familiar.
Este enfoque sinérgico, que combina cine, streaming, parques y productos de consumo, es uno de los mayores activos estratégicos de Disney. A través de estas conexiones, la compañía logra optimizar cada lanzamiento y maximizar su rentabilidad global.
Otra buena noticia vino desde la unidad de negocios conocida como Experiencias, que incluye los parques temáticos, cruceros, licencias de juegos y ventas de productos. Los ingresos operativos de esta división crecieron un 9 % durante el segundo trimestre, con un desempeño especialmente fuerte en Estados Unidos, donde la suba fue del 13 %. En contraste, los resultados internacionales bajaron un 23 %, principalmente debido a menores ingresos en Shanghái y Hong Kong.
A pesar de este bache, la compañía mantiene una fuerte apuesta por la expansión de sus parques. Disney anunció la construcción de su séptimo parque temático global, esta vez en Abu Dabi, frente al mar en la Isla Yas. El proyecto estará a cargo de Miral, desarrolladora especializada en experiencias turísticas, responsable también de Ferrari World Abu Dabi y Warner Bros. World Abu Dabi.
La decisión confirma que Disney ve en el turismo experiencial una vía robusta de crecimiento. A largo plazo, la apertura en Abu Dabi puede abrir nuevas oportunidades en el mercado de Medio Oriente, donde el turismo familiar y de lujo ha crecido significativamente en la última década.
El balance positivo de Disney se conoció pocos días después de otro informe exitoso, en este caso el de Netflix, que también mostró subas de dos dígitos en ingresos y ganancias operativas. Aunque no todas las compañías de medios atraviesan el mismo momento, estos datos ofrecieron algo de alivio a una industria golpeada por los cambios de hábito de consumo, los aranceles intermitentes y un entorno macroeconómico incierto.
En este escenario, los gigantes que lograron diversificar sus unidades de negocio y adaptarse al nuevo ecosistema digital muestran una mayor capacidad de resiliencia. En el caso de Disney, la combinación de contenido original, parques en expansión y una sólida infraestructura de distribución global la coloca nuevamente como protagonista en la escena bursátil y tecnológica.
Más allá del crecimiento puntual en suscriptores o en parques, lo que el mercado valora en Disney es una señal clara: el regreso a una senda de crecimiento sostenido. La compañía parece haber dejado atrás la incertidumbre postpandemia, la pérdida de licencias estratégicas y los altibajos del streaming. Ahora, con una estructura más ágil, contenidos de alto impacto, inversiones diversificadas y liderazgo consolidado, proyecta una nueva etapa de expansión global.
El renovado optimismo sobre Disney también refleja una tendencia más amplia: la búsqueda de refugio por parte de los inversores en empresas con activos tangibles, marcas fuertes y capacidad de generar ingresos en múltiples canales. En un mercado aún sensible a las tensiones comerciales y la inflación global, compañías como Disney se posicionan como apuestas más estables.
Con el impulso de Moana 2, nuevos proyectos en el horizonte, y una comunidad global de millones de usuarios conectados, el universo Disney vuelve a demostrar su capacidad de reinventarse sin perder su esencia.