Por Agroempresario.com
Durante el AmCham Summit 2025, un evento clave para la agenda empresarial y política del país, los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Sáenz (Salta) lanzaron una advertencia directa al presidente Javier Milei: sin una victoria en las elecciones legislativas de medio término, su programa económico no podrá consolidarse ni garantizar gobernabilidad. Ambos mandatarios, que hoy mantienen una alianza estratégica con el oficialismo, señalaron la importancia del respaldo provincial y de avanzar en infraestructura clave para mejorar la competitividad nacional.
En el panel “Federalismo en la Argentina competitiva”, los gobernadores Sáenz y Cornejo abordaron los desafíos políticos actuales, haciendo foco en la necesidad de un equilibrio entre Nación y provincias, así como la urgencia de recuperar la confianza ciudadana en la clase política. El mensaje central fue claro: sin respaldo electoral, la viabilidad del modelo libertario en el poder podría entrar en crisis.
“Cada elección deja un mensaje”, afirmó Sáenz en relación a los comicios porteños celebrados el domingo anterior. “La apatía y el ausentismo son el resultado de una clase política que no está a la altura de la agenda ciudadana. La gente tiene problemas reales y no encuentra respuestas”, sostuvo. Al referirse a los expresidentes, criticó su falta de autocrítica: “Es muy triste ver cómo ninguno asume responsabilidades. Me refiero a los dos”, sentenció en clara alusión a Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
Sáenz no dudó en definir el ascenso de Milei como una reacción del electorado ante el hartazgo con los partidos tradicionales. “Milei llega porque la gente no quería más ni a Cristina ni a Macri. Eso quedó demostrado en las elecciones provinciales. Esos partidos no superaron el 5%. El electorado está buscando caras nuevas”, aseguró. En ese marco, el gobernador salteño enfatizó la importancia de una política más abierta y menos dominada por “las vanidades y la falta de acompañamiento”.
Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y figura clave del radicalismo que hoy colabora con el Gobierno nacional, también apuntó a la necesidad de cohesión política. “Este es un gobierno que nació débil y tuvo que ser asistido por los gobernadores para conseguir gobernabilidad a corto plazo”, explicó. En ese sentido, fue enfático: “El Gobierno está obligado a ganar las elecciones legislativas, y quienes lo apoyamos tenemos que hacer todo lo posible para que no salga debilitado”.
Cornejo también señaló la importancia de generar acuerdos estructurales que den previsibilidad económica y política. “Para que haya certidumbre se necesitan acuerdos fiscales entre Nación y provincias. La reforma fiscal debe contemplar una nueva forma de redistribuir la coparticipación”, indicó, en línea con los reclamos que varios gobernadores vienen realizando al Ejecutivo.
El vínculo de Cornejo con Javier Milei se consolidó con la incorporación de Hebe Silvana Casado, vicegobernadora mendocina, al partido oficialista La Libertad Avanza. Casado representa el nexo entre el radicalismo y el espacio libertario en la administración provincial, una alianza táctica que busca garantizar respaldo legislativo para los proyectos clave del Gobierno nacional.
Por su parte, Gustavo Sáenz puso énfasis en el reclamo por mayor inversión en infraestructura, clave para la integración territorial y la competitividad regional. “La Argentina no termina en Buenos Aires”, enfatizó el salteño. “Estamos peleando por el Corredor Bioceánico porque la competitividad se construye con conectividad e infraestructura”, afirmó.
El Corredor Bioceánico, una obra estratégica para conectar el norte argentino con los puertos del Pacífico, es un reclamo constante del gobernador salteño, quien en febrero se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para acelerar su concreción. Esta obra podría transformar a Salta en un nodo logístico clave y motorizar inversiones extranjeras.
Durante su intervención, Sáenz también respaldó la implementación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), uno de los instrumentos centrales del Gobierno de Milei para captar capitales extranjeros. “Es fundamental en beneficios aduaneros y tributarios, pero lo más importante es que los inversores tengan certidumbre. Esa es la clave”, aseguró.
El RIGI apunta a ofrecer condiciones favorables para inversiones en sectores estratégicos como minería, energía, litio e infraestructura, y ha sido respaldado tanto por el sector privado como por varios gobernadores que ven en este régimen una vía para acelerar el desarrollo regional.
El mensaje de los gobernadores no pasó desapercibido para el círculo político y empresarial: la construcción de gobernabilidad pasa por los territorios, y sin una victoria electoral en las legislativas, Milei corre el riesgo de ver frenado su ambicioso plan económico.
Ambos mandatarios reafirmaron su compromiso con el Gobierno nacional, pero también marcaron límites claros: apoyo sí, pero con acuerdos fiscales, infraestructura para las provincias y respeto por el federalismo real. En definitiva, la advertencia de Cornejo y Sáenz no solo apunta al resultado electoral, sino a la necesidad de una reforma profunda en el vínculo entre Nación y provincias.