Por Agroempresario.com
Durante su participación en el AmCham Summit, el ministro de Economía, Luis Caputo, brindó definiciones clave sobre el nuevo régimen que prepara el Gobierno para canalizar los dólares informales —popularmente conocidos como “dólares del colchón”— y delineó el rumbo económico que, según su visión, transformará a la Argentina en un país competitivo y confiable. En un diálogo con Facundo Gómez Minujín, presidente de JP Morgan Argentina, Caputo sostuvo que la iniciativa no se trata de un blanqueo y que no tendrá topes, desmintiendo versiones sobre un límite de 100 mil dólares.
“No es un blanqueo ni es cierto eso que se dijo de los montos de 100 mil dólares”, aclaró el funcionario. “Lo que vamos a hacer es más profundo. Es el inicio de un nuevo régimen”, aseguró Caputo. Según explicó, el esquema buscará facilitar la incorporación de dólares no declarados al sistema financiero formal, pero sin entrar en conflicto con las normativas del GAFI ni de la UIF.
En este sentido, el ministro remarcó que no se trata de relajar los controles antilavado, sino de eliminar obstáculos innecesarios que, por su rigidez y desconfianza estructural, han fomentado la informalidad. “Argentina reguló para la excepción. Asume que el 99,9% de los argentinos son delincuentes, vuelve loco a todo el mundo, y eso hace que la gente le escape a la formalidad”, argumentó.
Caputo puso como ejemplo una situación habitual para ilustrar los problemas del sistema actual: “Un conocido que es ejecutivo de un banco le pasó 750 mil pesos a su esposa y desde el fisco le pidieron explicaciones”. Y añadió: “Nada tiene que ver con las normas del GAFI o la UIF. No confundamos los temas. Esto es simplificar la vida a los argentinos”.
El objetivo, explicó, es avanzar hacia un modelo en el que cada organismo de control se enfoque en su tarea específica y no duplique requerimientos, lo que genera una carga burocrática sin resultados. “Duplicamos la gente en ARCA, multiplicamos las regulaciones y la informalidad creció”, sentenció.
El titular del Palacio de Hacienda también repasó las reformas económicas que se están llevando adelante, enfatizando que el proceso es “secuencial y gradual” para permitir una transición sostenible. En este contexto, destacó la reducción de aranceles a bienes de capital, con foco en la construcción y otras industrias clave.
“Hoy lo bajamos en diferentes bienes de capital, muchos relacionados a la construcción, ascensores y demás cosas que tienen impacto. Estamos quedando con un promedio de 6 por ciento”, detalló.
Según Caputo, estas decisiones son parte de una estrategia para avanzar hacia una “apertura económica inteligente”, orientada a modernizar el aparato productivo sin desproteger a los sectores sensibles.
Respecto de los logros del plan económico, el ministro destacó que el país ha superado el riesgo de hiperinflación y comenzó a transitar un sendero de crecimiento sostenido. “Tenemos la economía creciendo fuertemente, la inflación colapsando, el superávit primario. Eso me da optimismo de que se pueda acceder a los mercados internacionales este mismo año”, adelantó.
Caputo también fue categórico sobre el impacto de las reformas: “Argentina creciendo a estos niveles, un Gobierno como el nuestro va a implicar devolverle al sector privado entre 420 y 550 mil millones de dólares en los próximos seis años. Es una barbaridad”, afirmó.
Sobre el combate a la inflación, aseguró que convergerá a estándares internacionales: “Más temprano que tarde. Porque en economía no hay casualidad, todo es causalidad. Si hacés las cosas bien como las hace Argentina, es un tema de tiempo”.
En relación con la meta de acumulación de reservas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Caputo explicó que se trata más de una consecuencia que de una condición. “Es una de las métricas para ver cómo está funcionando el programa”, indicó.
Agregó que si la economía mantiene su curso, se podrá acumular reservas no solo a través del tipo de cambio sino también por la cuenta capital: “Podemos acumular no solo comprando en el piso de la banda, sino por la cuenta capital, si recuperáramos acceso a los mercados”.
El ministro se mostró confiado en que Argentina volverá al financiamiento internacional este mismo año: “Yo soy optimista de que va a ser este año”, reiteró.
Caputo no ahorró críticas al modelo anterior, al que calificó como “una falsa competitividad que no tiene nada”. A su entender, favoreció a empresarios cercanos al poder y perjudicó a los trabajadores.
“Desde el sector privado se está invirtiendo mucho. Vi tres o cuatro resúmenes donde está muy bueno. Ellos reconocen que adonde el Gobierno quiere ir es a un esquema diferente en que hay que invertir y ser más eficientes”, sostuvo.
Finalmente, explicó que la principal traba que aún pesa sobre la economía es el componente político en el riesgo país. “En el riesgo país hay un componente de costo político de que podamos volver al pasado. Este Gobierno no tiene déficit por lo que necesita emitir deuda”, dijo. Y concluyó con una frase que sintetiza su visión a futuro: “Vamos a ser el país ejemplo de los próximos 20 años”.