Por Agroempresario.com
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) está próximo a cerrar una operación clave con bancos internacionales que le permitiría sumar hasta USD 2.000 millones a sus reservas internacionales. Se trata de una ampliación del préstamo tipo Repo (Repurchase Agreement) firmado a fines de 2024, con el objetivo de apuntalar la acumulación de reservas, mejorar la posición externa del país y dar una señal clara a los mercados internacionales y al Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la capacidad del país para retornar al financiamiento voluntario.
La nueva operación se enmarca en un contexto de mejora relativa de las condiciones financieras internacionales para la Argentina, tras una caída de más de 350 puntos básicos en el riesgo país desde el lanzamiento del programa económico conocido como “Fase 3”. Según fuentes oficiales y bancarias consultadas por Infobae, el acuerdo podría concretarse en los próximos días y forma parte del conjunto de medidas que el equipo económico del Gobierno nacional diseña para recomponer reservas netas y facilitar el cumplimiento de las metas acordadas con el FMI.
El mecanismo elegido vuelve a ser el del Repo, una operación financiera en la cual el BCRA vende activos -en este caso, bonos Bopreal- a cambio de una suma de dinero en dólares, con el compromiso de recomprarlos en una fecha futura y a un precio predeterminado. La primera etapa de este préstamo se había cerrado en diciembre de 2024, por USD 1.000 millones, con la participación de cinco bancos internacionales: Santander, ICBC, JP Morgan, BBVA y Citi. La operación tenía una tasa del 8,8% anual y un plazo de 2 años y 4 meses.
Ahora, el BCRA busca ampliar este acuerdo por hasta USD 2.000 millones más. Para ello, inició conversaciones con al menos siete bancos de capital extranjero, bajo un esquema de licitación competitiva. Según indicaron fuentes del sector financiero, el objetivo es cerrar un contrato con condiciones similares, aunque se espera una tasa “ligeramente menor” debido a la mejora del contexto internacional para Argentina.
En paralelo, el BCRA emitirá una nueva serie de bonos Bopreal por hasta USD 3.000 millones. Estos instrumentos, creados para facilitar la salida de utilidades retenidas de empresas extranjeras afectadas por el cepo cambiario, también funcionan como garantía del nuevo Repo.
La concreción de esta operación tiene un fuerte componente simbólico y estratégico. En un contexto donde la Argentina busca reconstruir su credibilidad financiera internacional, el avance del BCRA sobre este tipo de financiamiento representa una señal de que el país empieza a abrir de nuevo el acceso a los mercados voluntarios de deuda, al menos por la vía del sector público no soberano, como lo es el banco central.
“La baja del riesgo país, sumada a una menor tensión comercial entre Estados Unidos y China, abre una ventana importante para el financiamiento externo. Esto permite empezar a refinanciar vencimientos sin perder reservas, como ocurrió en 2024”, comentó a Infobae un alto ejecutivo de uno de los bancos involucrados.
Desde el propio BCRA reconocen que al haber más entidades interesadas en participar, el proceso puede demorar algunos días más. Sin embargo, una fuente oficial aseguró que “no hay apuro” en cerrar el acuerdo. La intención es asegurarse condiciones financieras competitivas.
Según lo estipulado en el nuevo acuerdo con el FMI, parte de los fondos obtenidos mediante el Repo podrán ser considerados como parte del cumplimiento de la meta de acumulación de reservas netas, un objetivo clave para el programa económico vigente. No obstante, hay una salvedad técnica: solo USD 500 millones de los USD 2.000 millones proyectados serán computables para esa meta, ya que existe un límite de USD 1.500 millones en deuda externa nueva que no puede ser contabilizada para este fin.
El próximo 13 de junio será una fecha clave: los técnicos del FMI revisarán cuántos dólares logró acumular el BCRA desde la implementación del nuevo esquema cambiario. El objetivo trazado es alcanzar USD 5.000 millones de compras netas en el mercado oficial de cambios. En este sentido, el ingreso de divisas por esta operación ayuda, pero no reemplaza, a la acumulación por exportaciones.
Además del saldo comercial, en el que se espera una mayor liquidación de divisas por la cosecha gruesa de soja en este trimestre, el FMI también permite que otras fuentes de ingreso genuino de divisas -como los préstamos privados- sean considerados. De ahí la importancia de este Repo en la estrategia general del Gobierno.
El equipo económico liderado por el ministro de Economía apuesta a que esta operación abra la puerta a una eventual colocación de deuda soberana antes de fin de año, especialmente para refinanciar vencimientos con bonistas. No obstante, los analistas coinciden en que el contexto global, la escasa liquidez en las reservas y el historial de defaults del país dificultan ese objetivo.
La situación política también es un factor clave. Si bien el oficialismo obtuvo una victoria electoral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), todavía hay incertidumbre respecto de su desempeño en las legislativas nacionales de octubre. Un resultado favorable podría mejorar las condiciones para una colocación internacional.
En este contexto, desde el BCRA señalan que la entidad “nunca estuvo en default” y por eso puede ser “punta de lanza” en la estrategia de retorno al crédito externo, algo que el Tesoro aún no puede lograr con la misma facilidad.
Durante el reciente Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), el economista Vladimir Werning anticipó que “las reservas líquidas se seguirán reforzando durante 2025 con desembolsos de organismos multilaterales”. Además, destacó que la implementación de la Fase 3 y la caída del riesgo país generan condiciones para ampliar las facilidades tipo Repo con un grupo más amplio de bancos internacionales.
Si el BCRA logra cerrar este nuevo acuerdo, no solo se fortalecerá su posición externa, sino que también contribuirá a mejorar la percepción de los mercados sobre la Argentina. En un año clave para la política económica y la estabilidad macrofinanciera, cada señal de orden, previsibilidad y cumplimiento de objetivos suma.