Por Agroempresario.com
Santa Fe quiere convertirse en la punta de lanza del regreso argentino a los mercados internacionales de deuda. El gobierno de Maximiliano Pullaro presentó un proyecto ante la legislatura provincial para obtener autorización para emitir hasta 1.000 millones de dólares en bonos en Wall Street. Esta jugada, que busca captar financiamiento a una tasa de interés inferior al 10% anual, se da en un contexto de moderada mejora en las condiciones del mercado financiero global y mientras el gobierno nacional aún no toma la iniciativa de regresar a los mercados.
De aprobarse, Santa Fe no solo sería la primera jurisdicción pública argentina en volver al ruedo internacional desde el default de 2020, sino que además podría allanar el camino para otras provincias que ya manifestaron su interés en obtener financiamiento externo. Entre ellas, se destacan la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Córdoba, que analizan sus propios planes de endeudamiento en dólares en los próximos meses.
El proyecto de ley presentado por el ejecutivo santafesino contempla la posibilidad de tomar deuda externa para financiar obras de infraestructura estratégica. Según explicaron desde la administración provincial, Santa Fe cumple con el límite legal establecido por el régimen de responsabilidad fiscal, que fija un tope del 15% de los ingresos provinciales para el servicio de deuda. Actualmente, la provincia destina apenas el 1,5% de sus recursos a este fin.
Esto la convierte en una de las jurisdicciones con mejor crédito dentro del país. De hecho, fuentes provinciales indicaron que la deuda total representa menos del 7% de sus ingresos anuales, lo que abre margen para una colocación sin comprometer la solvencia fiscal.
La iniciativa aún debe obtener luz verde del Gobierno nacional, ya que cualquier emisión externa debe contar con su aprobación. Sin embargo, desde Santa Fe confían en que no habrá objeciones por parte de la administración de Javier Milei, ya que consideran que una emisión provincial exitosa podría beneficiar al conjunto del país al abrir el apetito de los inversores hacia el riesgo argentino.
Desde el equipo económico de la provincia aseguran que este es un momento clave para salir al mercado. “Hay una ventana de oportunidad que se puede cerrar entre agosto y septiembre, cuando las condiciones financieras podrían volverse más volátiles por la incertidumbre cambiaria. Además, en Estados Unidos los grandes fondos y bancos buscan cerrar operaciones antes del receso de verano en julio”, explicó un funcionario provincial involucrado en la negociación.
El contexto macroeconómico parece darles parcialmente la razón. El riesgo país argentino se mantiene en torno a los 600 puntos básicos, un nivel que si bien sigue siendo elevado, ya permitió a emisores privados como Pampa Energía colocar deuda al 8% anual por 340 millones de dólares, en una muestra de que hay espacio para operaciones con tasas de un dígito.
“El nivel actual de riesgo país está al filo, pero no haría falta una baja pronunciada para que una provincia como Santa Fe acceda a tasas razonables”, explicaron desde el entorno del gobernador Pullaro. “El crédito de la provincia está bien considerado, y una operación exitosa sería una señal positiva para el conjunto de emisores públicos”.
Mientras tanto, el ministro de Economía, Luis Caputo, fue consultado esta semana en el AmCham Summit sobre la posibilidad de que el Gobierno nacional vuelva a los mercados. Su respuesta fue cautelosa pero optimista: “Esperamos poder regresar este año”, dijo, aunque reconoció que dependerá de la evolución del riesgo país y la consolidación del plan económico.
No obstante, una comunicación reciente de un consorcio de bonistas que demandaron a Argentina en Londres por el incumplimiento de los warrants del PBI advirtió que el Ministerio de Economía ya estaría manteniendo reuniones informales con inversores internacionales. Desde la cartera que dirige Caputo negaron que se trate de un road show formal y aseguraron que fue una participación virtual del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, en un evento del banco Santander.
Los bonistas emitieron un duro comunicado reclamando que Argentina respete la sentencia de la corte británica, que condenó al país a pagar 1.500 millones de euros. “Si planea recaudar dinero en Londres, debe respetar a los tribunales británicos”, afirmaron.
Para analistas financieros, el regreso de las provincias al mercado internacional podría ser un termómetro clave para medir el apetito inversor por riesgo argentino. “No es un inconveniente para el soberano que las provincias vayan primero. Al contrario, puede ser una señal muy positiva”, opinó Eric Ritondale, economista jefe de Puente, entidad con experiencia en colocaciones provinciales.
“Muchas provincias han reducido su deuda en los últimos años y ahora están impulsando ambiciosos planes de infraestructura que podrían traccionar inversión privada”, señaló Ritondale, y agregó: “Es probable que haya varias emisiones provinciales antes de las elecciones de octubre, si se mantiene la ventana de mercado”.
Por ahora, el Gobierno nacional prefiere no apresurarse, pero observa con atención los movimientos de jurisdicciones como Santa Fe. En la lógica de la administración libertaria, las señales de disciplina fiscal y el respeto por las reglas del mercado son condiciones necesarias para reconstruir la confianza. Y si una provincia consigue financiamiento sin sobresaltos, puede ser el primer paso para el retorno del país a los mercados globales.