Por Agroempresario.com
En la Patagonia, donde el agua es un recurso escaso y el clima desafiante, la innovación tecnológica abre nuevas posibilidades para la agricultura local. Un equipo del INTA Esquel, junto con una empresa privada, ha desarrollado un sistema de riego inteligente que utiliza inteligencia artificial (IA) y sensores de última generación para automatizar y optimizar el riego en invernaderos. Esta innovación no solo mejora la calidad de los cultivos, sino que también promueve un uso eficiente y sustentable del agua.
El sistema integra sensores que monitorean en tiempo real variables clave como la humedad del suelo, la temperatura y la humedad ambiental. Estos datos son procesados mediante algoritmos inteligentes que determinan con precisión el momento y la cantidad exacta de agua necesaria para cada cultivo, activando electroválvulas en el riego por goteo. Esta automatización permite reducir el desperdicio hídrico y evita el estrés hídrico en las plantas.
Eduardo Miserendino, extensionista del INTA Esquel, explica: “Gracias a los sensores que recogen datos continuamente y a la inteligencia artificial integrada, el sistema genera un calendario de riego que se ejecuta automáticamente, adaptándose a las necesidades específicas de cada cultivo.” Actualmente, la plataforma permite ajustar parámetros para más de 170 variedades diferentes, desde tomates hasta frutillas.
Además del riego inteligente, el sistema cuenta con un mecanismo anti-heladas especialmente diseñado para la Patagonia, donde las bajas temperaturas pueden afectar severamente los cultivos. Sensores climáticos analizan el ambiente cada 30 segundos y activan bombas que generan una película protectora de agua, la cual forma una fina capa de hielo que protege las plantas del frío extremo. Esta capa se descongela naturalmente con la radiación solar, evitando daños.
La automatización del riego no sólo ahorra agua, sino que también mejora la calidad y el rendimiento de los cultivos, factores clave para el crecimiento del sector hortícola patagónico. La inteligencia artificial, al generar predicciones de temperatura y consumo hídrico, ayuda a los productores a planificar sus tareas de forma anticipada y eficiente.
“Esta tecnología es una herramienta valiosa para productores grandes y pequeños. Les permite manejar sus cultivos con más precisión, reduciendo desperdicios y asegurando un crecimiento óptimo y sostenible”, subraya Miserendino.
Con este desarrollo, la Patagonia no solo se adapta a las exigencias climáticas y hídricas actuales, sino que también se posiciona como una región pionera en la adopción de tecnologías de punta para la agricultura. La combinación de inteligencia artificial y riego inteligente promete transformar los métodos tradicionales, ofreciendo una gestión más responsable y eficiente de los recursos naturales.