Por Agroempresario.com
Un gigantesco deslizamiento de hielo, rocas y agua arrasó el pueblo de Blatten, en el cantón suroccidental de Valais, Suiza, tras el colapso del glaciar Birch el miércoles 28 de mayo de 2025. Esta avalancha masiva provocó la destrucción parcial del asentamiento, que había sido evacuado días antes debido al inminente peligro. Las autoridades confirmaron la desaparición de una persona y continúan las tareas de búsqueda y rescate en la zona.
El fenómeno comenzó con el derrumbe parcial del glaciar Birch, que liberó aproximadamente tres millones de metros cúbicos de rocas, hielo y barro, los cuales descendieron con gran velocidad y fuerza sobre el valle de Wiler, alcanzando el fondo del valle y sepultando varias viviendas. Según Matthias Ebener, vocero de las autoridades de Valais, la avalancha fue “un evento extraordinario” sin precedentes históricos en la región.
Imágenes de drones difundidas por la cadena nacional SRF mostraron cómo el deslizamiento cubrió no solo parte del pueblo sino también el río local y las laderas circundantes, creando un paisaje devastado y una nube de polvo visible desde lejos. Jonas Jeitziner, responsable adjunto de información del servicio regional de urgencias, confirmó que muchas casas quedaron destruidas y que la zona permanece peligrosa.
La evacuación preventiva se realizó el 19 de mayo, afectando a los 300 habitantes de Blatten y a los animales del lugar, entre ellos unas 190 ovejas, 26 vacas y 20 conejos. Destaca el caso de “Loni”, una vaca herida trasladada en helicóptero para recibir atención veterinaria. La rápida respuesta de las autoridades evitó pérdidas humanas mayores, aunque sigue desaparecida una persona, cuya identidad no fue revelada.
El alcalde de Blatten expresó con pesar: “Perdimos el pueblo hoy, pero no nuestro corazón”, un reflejo del dolor de la comunidad ante la pérdida material, pero con esperanza de reconstrucción.
Este colapso se vincula con fenómenos naturales intensificados por el cambio climático, que está acelerando el derretimiento y la inestabilidad de glaciares alpinos. Raphaël Mayoraz, responsable cantonal de gestión de riesgos naturales, destacó la magnitud del derrumbe y la excepcionalidad del evento, mientras que Albert Rösti, consejero federal de Medio Ambiente, calificó la situación como un “evento extraordinario” que requiere mayor atención a la vulnerabilidad de los ecosistemas alpinos.
La presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, manifestó su solidaridad con la población afectada y reafirmó el compromiso del gobierno para asistir en la recuperación y protección del valle.
No es la primera vez que Suiza enfrentar estas emergencias. En 2023, el pueblo de Brienz, en el este suizo, fue evacuado ante el riesgo de un deslizamiento similar. En esa oportunidad, la masa de roca se detuvo a tiempo antes de afectar el asentamiento. Sin embargo, la situación en Brienz volvió a preocupar a las autoridades en 2024 por nuevas amenazas.