Por Agroempresario.com
Argentina volvió a confirmar su prestigio en el universo de la pastelería global con una noticia que enorgullece a los amantes del dulce de leche: la guía culinaria internacional Taste Atlas publicó su esperado ranking con los 20 mejores alfajores del mundo y 19 de ellos son argentinos. Este listado no solo reconoce la calidad de un clásico nacional, sino que también pone en valor la diversidad de propuestas que ofrecen tanto emprendimientos artesanales como fábricas consolidadas.
La lista fue difundida a través del Instagram oficial de Taste Atlas, una plataforma conocida por elaborar rankings que reúnen opiniones de chefs, críticos gastronómicos y comensales de todo el mundo. En esta oportunidad, el foco estuvo puesto en el alfajor, y el resultado fue contundente: el país sudamericano no solo se impuso en cantidad, sino que también ocupó los primeros puestos con nombres como La Olla de Cobre, La Goulue y Señor Alfajor.
El único "foráneo" que logró ingresar fue la firma uruguaya Punta Ballena, que se ubicó en el puesto 18, confirmando la supremacía argentina en este terreno.
Según Taste Atlas, el número uno indiscutido es el elaborado por La Olla de Cobre, una chocolatería artesanal ubicada en San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires. El secreto de su éxito radica en su fórmula: un relleno generoso de dulce de leche, cobertura con 70% de cacao y una receta equilibrada que combina tradición con sofisticación.
En segundo lugar se encuentra La Goulue, originaria de Ciudadela, que innovó con un alfajor que combina el clásico sabor de la golosina con un toque de vino Malbec. Esta fusión ha sido celebrada tanto por su originalidad como por su ejecución técnica.
El tercer puesto fue para Señor Alfajor, una fábrica situada en Monte Grande que viene ganando notoriedad desde hace años. Su fundador, Sebastián Gaudio, explicó que el diferencial está en la constante innovación. En 2024, ganaron el Campeonato Mundial del Alfajor gracias a una creación con chocolate negro al 70%, frambuesas liofilizadas y ganache semiamargo.
A continuación, el ranking completo de los mejores alfajores del mundo según Taste Atlas:
Según el propio sitio de Taste Atlas, el alfajor tiene raíces árabes. Su nombre proviene de la palabra “al-hasú”, que significa relleno. Esta golosina fue traída a América Latina por los españoles, y con el tiempo, cada país adaptó la receta a sus costumbres e ingredientes locales.
En Argentina, el alfajor tomó una identidad propia. Se multiplicaron los sabores —desde el tradicional de dulce de leche hasta frutas, chocolate y mousse—, se experimentó con texturas y coberturas, y se convirtió en un producto de consumo cotidiano y también de exportación.
Desde 2022, el Campeonato Mundial del Alfajor se convirtió en una competencia clave para medir la calidad de los productos locales e internacionales. Allí, firmas como Señor Alfajor y Orenses han ganado reconocimiento gracias a su constante búsqueda de sabores “disruptivos” y “trasgresores”, como los definió Gaudio.
Los productos de Señor Alfajor, por ejemplo, ya acumulan siete premios nacionales e internacionales, gracias a su combinación entre innovación, técnica pastelera y excelente materia prima.
El ranking generó una ola de comentarios en redes sociales. En la sección de comentarios del posteo de Taste Atlas, se multiplicaron los mensajes de orgullo nacional. “Argentina campeón, no importa cuándo, dónde ni en qué disciplina”, escribió un usuario. Otro afirmó: “Manejé 200 km solo para ir a comprar alfajores a Areco y volver a merendar”.
Las propias marcas también celebraron la distinción. La Maga Alfajores comentó: “¡Qué honor!”, mientras que Orenses reaccionó con emoticones de fuego y corazón.
Lo más interesante del ranking es la variedad de propuestas. Desde marcas de gran distribución como Havanna o Fantoche, hasta emprendimientos regionales como La Pulpería de Uribe o Del Montañés, todos tienen en común la dedicación al detalle, la calidad de los ingredientes y el apego por una receta que combina pasado y presente.
En muchas localidades del país se puede acceder a estos productos, ya sea a través de tiendas físicas, ferias gastronómicas o compras online. Esto favorece no solo el crecimiento de los emprendimientos locales, sino también la posibilidad de que los consumidores accedan a alfajores de alta calidad sin necesidad de viajar grandes distancias.
El alfajor no es solo un producto comestible: es también un ícono cultural argentino. Su presencia en meriendas, recreos escolares, viajes y regalos empresariales lo ha convertido en parte esencial de la identidad nacional.
Además, representa una importante fuente de ingresos para miles de pymes del rubro alimenticio. La distinción de Taste Atlas viene a reforzar el posicionamiento del alfajor argentino como producto de exportación y fortalece la marca país.