Por Agroempresario.com
En una entrevista exclusiva con Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet, quien comparte su visión sobre el impacto transformador de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad, la economía y el futuro de la humanidad. Desde sus humildes orígenes en la India hasta liderar una de las compañías tecnológicas más influyentes del mundo, Pichai sostiene que estamos al borde de una revolución sin precedentes.
Sundar Pichai creció en Chennai, al sur de la India, en una familia de clase media baja. Compartía un pequeño apartamento de dos habitaciones y vivió durante años sin acceso a agua corriente ni teléfono. “Había una lista de espera de cinco años para conseguir un teléfono. Pero cuando llegó, cambió nuestras vidas de manera dramática”, recordó.
La falta de recursos marcó profundamente su infancia. “Teníamos sequías severas. Esperábamos en fila para recibir ocho cubos de agua para toda la familia”, relató. Estos desafíos lo llevaron a comprender desde muy temprano el poder de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas.
Para Pichai, ninguna otra innovación en la historia moderna se compara con la IA. “Será más profunda que el fuego o la electricidad”, afirmó. Destacó que la IA tiene una capacidad única de auto-mejorarse y de expandirse exponencialmente, algo que la diferencia de cualquier otra tecnología previa.
El CEO considera que la inteligencia artificial no solo puede aumentar la productividad y resolver problemas complejos, sino también empoderar a individuos en todo el mundo para crear, expresarse y desarrollarse. La IA ya está comenzando a redefinir la medicina, la educación, la agricultura, la ingeniería y hasta la manera en que interactuamos socialmente.
Durante el último año, Google enfrentó críticas por un supuesto retraso en la carrera global de IA frente a sus competidores. Pichai respondió con una decisión contundente: la fusión de los equipos de investigación Google Brain y DeepMind. Según explicó, esta unión fue clave para consolidar el liderazgo de la compañía en el desarrollo de sistemas avanzados de IA.
“Mi mayor reto fue guiar a la empresa hacia una mentalidad ‘AI first’ (primero la IA), asegurando que toda la organización se alineara con esa visión sin perder responsabilidad ni ética”, detalló. Reconoció que esa transición no fue sencilla, pero hoy Google está mejor preparada para afrontar la complejidad de los desafíos tecnológicos futuros.
Aunque se muestra entusiasta sobre los beneficios potenciales de la IA, Pichai también advierte sobre los riesgos. “Tengo fe en la humanidad para enfrentar los peligros de esta tecnología, pero no hay que subestimarlos. El riesgo subyacente es alto”, expresó.
Entre sus preocupaciones se encuentran el mal uso de sistemas avanzados, la generación de desinformación automatizada, los sesgos algorítmicos y el desempleo en sectores que podrían automatizarse rápidamente. Por eso, insiste en que el desarrollo de la IA debe hacerse con marcos regulatorios internacionales sólidos y un fuerte compromiso ético.
Uno de los logros recientes de Google fue el crecimiento masivo de Gemini, su sistema de IA de última generación. En solo 12 meses, el uso de tokens (la unidad básica con la que se entrenan los modelos) pasó de 9,7 billones a 480 billones, un incremento de 50 veces. Esta cifra da una dimensión del salto tecnológico y de la escala operativa que alcanzó la compañía.
Respecto al futuro, Pichai cree que hacia 2030 la humanidad no necesariamente tendrá una inteligencia artificial general completamente desarrollada, pero sí estará conviviendo con sistemas altamente avanzados. “Lo importante es que para esa fecha estaremos lidiando con las consecuencias de ese progreso, tanto positivas como negativas”, señaló.
Según Pichai, la IA está comenzando a democratizar la creatividad de forma nunca vista. Si antes se requerían años de estudio para componer música, producir cine o escribir literatura, hoy millones de personas pueden experimentar y expresarse gracias a herramientas impulsadas por IA. “La IA va a empoderar a casi toda la humanidad para expresarse”, afirmó.
Esto, a su juicio, es comparable al surgimiento de los blogs en los años 2000 o de YouTube en 2005, que permitieron que cualquier persona con acceso a internet pudiera crear contenido. Pero con la IA, esa capacidad se multiplica por mil.
En el ámbito laboral, Pichai reveló que el uso de IA ya ha aumentado la productividad de los ingenieros de Google en un 10%. Y anticipa que, lejos de destruir empleos, la tecnología permitirá que las personas se liberen de tareas repetitivas para enfocarse en desafíos más creativos, estratégicos y humanos.
Sin embargo, enfatizó que será clave acompañar ese proceso con políticas públicas de capacitación, inclusión digital y reconversión laboral para que nadie quede atrás.
Google ya integra IA en productos como Search, Gmail, Android y Workspace, permitiendo búsquedas más inteligentes, resúmenes automáticos de correos, generación de código y mejoras en la accesibilidad.
También se está explorando el uso de IA en áreas como robótica, salud, educación y transporte autónomo. “La oportunidad de la IA en robótica es enorme. El hardware ya está maduro, pero el software era el cuello de botella. Eso está cambiando”, explicó Pichai.
Pichai reconoció que la competencia global en IA es feroz. Empresas de Estados Unidos, Europa, China y Corea del Sur están invirtiendo cifras astronómicas en esta carrera. Pero para él, lo más importante no es quién llegue primero, sino cómo se llega.
“Es crucial que avancemos con responsabilidad, transparencia y colaboración internacional”, sostuvo. Por eso, Google ha publicado principios éticos para el desarrollo de IA, ha abierto parte de sus investigaciones y participa activamente en foros multilaterales.
Al finalizar la entrevista, Pichai hizo un llamado a pensar a largo plazo: “La IA no es solo una herramienta más. Es una oportunidad histórica para mejorar la vida de miles de millones de personas. Pero debemos ser serios, responsables y humanos en la forma en que la desarrollamos”.
Y concluyó con una idea que lo resume todo: “La historia juzgará a esta generación por cómo manejó la inteligencia artificial. Está en nuestras manos que sea una historia de progreso, equidad y esperanza”.