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Por Agroempresario.com
En respuesta a los efectos devastadores de los recientes eventos climáticos extremos en Argentina, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció la asignación de un fondo de emergencia de US$500.000 destinado a la recuperación de zonas rurales en Bahía Blanca y en la provincia del Chaco. Esta inversión tiene como meta principal la reconstrucción de medios de vida rurales, fortaleciendo la seguridad alimentaria y apoyando a pequeños productores y cooperativas.
La decisión fue tomada luego de que el 7 de marzo pasado, Bahía Blanca sufriera una de las tormentas más intensas de su historia, con más de 290 mm de agua caídos en apenas 12 horas, provocando 18 muertes, más de 1500 evacuados y una severa destrucción de infraestructura urbana y agropecuaria. Las áreas rurales periurbanas fueron particularmente afectadas, con pérdidas totales de cultivos y ganado en al menos dos localidades del distrito.
Frente a este panorama, la FAO, en articulación con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, diseñó un proyecto de emergencia que incluye entrega de insumos, asistencia técnica, logística y capacitaciones específicas para los productores más afectados. Esta acción busca restaurar la producción local y al mismo tiempo implementar medidas de prevención y reducción de riesgos ante futuros eventos climáticos extremos.
“La prioridad es garantizar los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria, promoviendo una agricultura resiliente, sostenible e inclusiva”, señalaron desde la FAO. El foco estará puesto en pequeños productores y cooperativas que enfrentan condiciones de vulnerabilidad, y se espera un fuerte trabajo en terreno con gobiernos locales, el INTA y otros organismos técnicos especializados.
Por otro lado, la provincia de Chaco atraviesa desde 2020 una grave sequía estructural, que se agudizó en el verano de 2025 debido a un fuerte déficit hídrico y temperaturas extremas. Más del 75% de la superficie agropecuaria provincial ha sido afectada, lo que derivó en la declaración de emergencia y/o desastre agropecuario mediante la resolución nacional 506/2025 y el decreto provincial 410/2025.
En este caso, el proyecto de asistencia de la FAO también incluirá un abordaje integral, buscando no sólo la recuperación productiva, sino también el fortalecimiento institucional para enfrentar desafíos climáticos recurrentes. La implementación estará a cargo de un equipo multidisciplinario, con participación de la oficina de FAO Argentina, su sede regional para América Latina y el Caribe, técnicos nacionales y provinciales.
Además, se contempla la capacitación de productores y la elaboración de estrategias de desarrollo rural adaptado a condiciones climáticas adversas. Se buscará priorizar la inclusión de grupos vulnerables dentro de las zonas de intervención, así como promover el desarrollo local con enfoque de género y juventud.
Este fondo no solo responde a la urgencia del momento, sino que se inscribe en una estrategia más amplia de la FAO para apoyar a los países en la construcción de sistemas agroalimentarios resilientes. La cooperación con instituciones argentinas será clave para lograr una recuperación efectiva y, al mismo tiempo, sentar bases para una adaptación sostenible al cambio climático.
En este sentido, voceros de la FAO destacaron que “la asistencia técnica, la articulación institucional y la participación comunitaria son herramientas fundamentales para transformar esta crisis en una oportunidad de reconstrucción y fortalecimiento del entramado productivo rural argentino”.
