Por Agroempresario.com
Uno de los movimientos más importantes en el comercio agrícola mundial está a punto de concretarse. La fusión entre Bunge y Viterra, anunciada en 2023, está cerca de recibir la aprobación regulatoria en China, uno de los últimos obstáculos para cerrar un acuerdo valorado en 8.200 millones de dólares. Esta unión creará un gigante global capaz de competir a la par con los principales actores del mercado, como Archer-Daniels-Midland (ADM) y Cargill.
La fusión busca combinar las fortalezas de Bunge y Viterra en el comercio y procesamiento de cultivos, consolidando una escala operativa que se acerca a la de sus mayores competidores mundiales. A nivel global, ambas compañías forman parte del grupo conocido como ABCD —Archer-Daniels-Midland, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus— que domina gran parte del comercio agrícola mundial.
La aprobación regulatoria ya fue otorgada en varias regiones claves como la Unión Europea y Canadá. Ahora, la decisión de las autoridades chinas será determinante para completar la transacción. Según Bloomberg News y Reuters, se espera una resolución en los próximos días, que podría definir el futuro inmediato del acuerdo.
Tanto Bunge como Viterra tienen una significativa presencia en Argentina, donde son actores relevantes en la industrialización de la soja, la producción de biodiésel y la exportación de granos. Además, ambas compañías fueron parte de las ofertas estratégicas para controlar, junto a la cooperativa ACA, a la cerealera Vicentin, uno de los casos más destacados del sector local.
Esta fusión no solo impactará a nivel global, sino que también tiene profundas implicancias en el mercado argentino, un país clave para la producción y exportación de granos.
Greg Heckman, director ejecutivo de Bunge, destacó la importancia estratégica de la unión: “La combinación de Bunge y Viterra acelera significativamente la estrategia de Bunge, basada en conectar a los agricultores con los consumidores para entregar alimentos, piensos y combustibles esenciales al mundo”.
Agregó que la sinergia generará una red global más eficiente, con una diversificación geográfica y estacional que fortalecerá la gestión de riesgos y la resiliencia ante desafíos del mercado. “Con activos complementarios, crearemos una red que conecta las regiones de producción más importantes con las zonas de consumo de más rápido crecimiento, beneficiando a agricultores y clientes finales”, enfatizó.
Por su parte, David Mattiske, director ejecutivo de Viterra, resaltó que la fusión posicionará a la nueva empresa para responder mejor a la creciente demanda mundial: “Al combinar nuestras redes de origen, procesamiento y distribución, estamos mejor preparados para satisfacer la demanda creciente de alimentos, piensos y combustibles”.
El acuerdo entre Bunge y Viterra creará una empresa innovadora y bien posicionada para los mercados agrícolas complejos y dinámicos. La diversificación de cultivos y geografías permitirá una mayor flexibilidad operativa y comercial, con una cadena de valor global más robusta y adaptativa.
Además, la empresa resultante tendrá una generación de flujo de caja más resiliente, gracias a su portafolio diversificado que incluye procesamiento, manejo y comercialización, así como productos de valor agregado.
Aunque el plazo inicial para cerrar la fusión estaba previsto para mediados de 2024, se ha extendido varias veces, y la fecha clave es inminente. La atención está puesta en la decisión final del Ministerio de Comercio de China, que aún no se ha manifestado oficialmente.
El éxito de esta operación tendrá repercusiones directas en la estructura del comercio agrícola mundial, consolidando un jugador que podrá competir mejor en un mercado cada vez más exigente y globalizado.